La edad de jubilación continúa aumentando de manera progresiva, suponiendo un cambio muy importante para los trabajadores que están organizando su jubilación. Desde el 1 de enero del año 2025, quienes quieran optar por el 100% de su pensión tendrán que cumplir con unos nuevos requisitos de edad y de tiempo mínimo de cotización.
Aumento progresivo de la edad de jubilación
La reforma de 2011 incluyó un calendario para ajustar la edad de jubilación de 65 a 67 años. Dicho repertorio tenía como objetivo garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, permitiendo que trabajadoras y trabajadores que tienen largos períodos de cotización puedan jubilarse a los 65 años.
En el año 2025, la edad legal para jubilarse y obtener el 100% de la pensión será de 66 años y 8 meses, incrementando 2 meses con respecto al 2024. Esto afecta a las personas que no lleguen a los 38 años y 3 meses de cotización, mientras que quienes superen este tiempo mínimo tendrán que jubilarse a los 65 años.
Para el 2027, el proceso de transición culminará con la edad ordinaria fijada en 67 años, si bien aquellas y aquellos trabajadoras y trabajadores que hayan cotizado un tiempo mínimo de 38 años y 6 meses podrán ver reconocida la posibilidad de jubilarse a los 65 años, sin penalización.
Edad de jubilación efectiva
Pese a que la edad legal de jubilación va aumentando, la realidad muestra cómo el salir a la jubilación se produce de una forma anticipada. La Seguridad Social ha referido que para 2024, la edad efectiva para la jubilación se posicionó en 65,2 años, lo que supuso un incremento de 1,1 años en los diez últimos años.
El mismo año, el 71% de los nuevos jubilados disfrutaron de la jubilación ordinaria, es decir, de la jubilación una vez cumplidos los plazos establecidos de cotización, esto es, jubilarse a la edad media de jubilación, esto es 66 años. El restante 29% de los nuevos jubilados optó por la jubilación anticipada, esto es, por la jubilación con la pensión reducida y a la edad media de jubilación anticipada, que era 63,2 años.
Para los trabajadores, dicha noticia significa que entre que la reforma permite extensiones de la vida laboral, muchos reconocen que optan por jubilarse anticipadamente antes de alcanzar la edad legal completa obligatoria y cuando la jubilación se ha hecho tan larga, se ajusta a sus propias necesidades y finalmente se adapta a sus circunstancias personales o familiares.
Planificar la jubilación
Dado que la edad de jubilación cambia constantemente, la planificación adquiere, pues, un alto grado de importancia. Conocer con cuántos años tiene de cotización se ha convertido en trascendental y estar al tanto de la normativa vigente es fundamental de cara a poder tomar decisiones, por lo cual puede ser interesante plantearse, entre otras cosas, para la complementariedad de la pensión pública, alternativas de planes de pensiones privados o de inversiones.
El progresivo aumento de la edad en la jubilación a la que se ha llegado en España exige retos importantes para los trabajadores. Informarse, adaptarse y saber planificarse son cuestiones básicas para tener garantizada una jubilación tranquila y segura incluso en el contexto de un contexto con reformas y ajustes permanentes.
Sostenibilidad de las pensiones
Pese a la subida de la edad de jubilación hasta 2027, la sostenibilidad del sistema de pensiones resulta altamente preocupante debido al envejecimiento poblacional y a la baja tasa de adopción de los planes de pensiones privados y ocupacionales. Si tomamos como base el índice Mercer CFA Institute Global Pension Index, España ocupa el puesto 26 de los 48 países analizados. Si bien sobresale en suficiencia, las deficiencias en sostenibilidad destacan de forma relevante.
El informe indica que es urgente fomentar la incorporación del colectivo mayor a la vida laboral y adaptar la edad de jubilación al incremento de la esperanza de vida, que ya ha alcanzado los 84 años para los hombres y las mujeres. Si bien son evidentes las últimas reformas que buscan fomentar la adopción de los planes de pensiones, tanto públicos como privados, su incidencia en un plazo mayor se desconoce y, por lo tanto, el sistema necesita una evaluación continua.
