Algunas nuevas señales de tráfico pintadas en las rutas sorprenden a muchos conductores que no tenían ni idea de su existencia. El 2024 ha arrancado con ímpetu en las reglamentaciones con las que la DGT intenta que el tráfico sea más seguro. Nada es arbitrario. Todas las disposiciones obedecen a un minucioso análisis del tráfico y del entorno. La movilidad en las vías públicas nunca es estable, siempre cambia. Cambia el potencial de los coches, cambian los conductores y peatones, que son cada vez más distraídos, osados e imprudentes. Y, como consecuencia, los riesgos aumentan.
Entre otras medidas, la DGT insiste en señalizar las carreteras, con la esperanza de que los conductores acaten la normativa. La presencia de la señal horizontal, pintada en la carretera, delante del coche que casi la pisa, es una llamada de atención que debería causar efecto en el momento.
¿Qué significa la gran línea roja que se impone con fuerza en algunas carreteras?
Esta señal cumple una función clave en el tráfico que intenta reducir uno de los tipos de accidentes más frecuentes: los siniestros provocados por exceso de velocidad y adelantamientos. La nueva señal es una línea roja continua que enfatiza la prohibición a adelantar durante todo el tramo en el que la línea esté presente. Es ancha, por lo que reduce la amplitud de los carriles, lo que obliga a ir más despacio.
Un ejemplo: la línea roja en la carretera A-355, provincia de Málaga
La primera línea roja se ubicó en la carretera A-355 de Coín, provincia de Málaga, que une a las poblaciones de Cártama y Marbella. ¿Por qué la DGT decidió poner la señal de línea roja en esta ruta? Porque ese tramo de la ruta en que se pintó la línea roja se caracteriza por un alto índice de siniestralidad por exceso de alta velocidad y adelantamientos imprudentes. Y los números lo corroboran.
Durante el 2023, se registraron diez fallecimientos en accidentes de tráfico en un tramo de 10 kilómetros. Debido a estas cifras de siniestros, se conoció a esta ruta como la «carretera del miedo». La señal de línea roja refuerza la doble línea blanca que parecía no tener mucha presencia y que pocos respetaban. La línea roja actual tiene una extensión de cuatro kilómetros, que es el tramo en el que se prohíben los adelantamientos. A esta dimensión, seguro que todos la ven.
¿Castigar a infractores o educar para la circulación segura?
El castigo a los infractores es necesario para aquellos a los que los riesgos no los hacen responsables de cómo conducen sus coches. Pero en las señales de tráfico existe una intención de prevención y de educación de los conductores.
Es así que la Junta de Andalucía muestra su intención de alertar y prevenir instalando en la zona de la línea roja cuatro carteles digitales o radares pedagógicos. En ellos se informa la velocidad a la que circula el vehículo. Cuando el coche pasa frente al radar, marcará en verde si la velocidad está dentro de los parámetros admitidos; los números se encenderán en rojo para marcar la infracción.
Este tipo de radares no tienen como objetivos establecer multas sino sensibilizar a los conductores. Por lo tanto, no existirán fotografías que se traduzcan en multas. Son medidas de disuasión, cuya efectividad es muy discutida. Hay opiniones que sostienen que en tramos de rutas donde hay peligro excesivo, las señales no alcanzan. Es un comienzo, pero habría que pensar en soluciones estructurales más efectivas que determinen que la seguridad en el tráfico dependa lo menos posible la responsabilidad de los conductores.
Poco a poco las líneas rojas están identificándose en las carreteras del territorio español. Es de esperar que la novedad sirva de toque de atención y de alerta, y, especialmente, que realmente se reduzcan los accidentes de tráfico.