Es considerado el vehículo ecológico por excelencia, asociado con deportes, buena salud y respeto por el medioambiente, pero también uno de los vehículos con el que se cometen más infracciones de tráfico, con altas probabilidades de quedar impunes, aunque se trata de una situación por cambiar. Estamos hablando de la bicicleta, un vehículo cero emisiones, que favorece la buena salud de quien lo conduce, pero que también puede exponerlo a riesgos y peligros que podrían evitarse simplemente cumpliendo con las normas establecidas por la DGT.
Tenemos un problema: un reciente estudio ha revelado que más de un 60% de los ciclistas menores de 16 años no utilizan el casco de seguridad, a pesar de que uso es precisamente obligatorio en este segmento de la población. A esto hay que agregar que, al no ser obligatorio en personas mayores de 16 años, aunque se recomiende su uso, solo un poco más del 26% de los ciclistas lo usan. Son porcentajes que explican por qué la DGT ha decidido tomar cartas en el asunto e intervenir con sanciones y multas.
Multas de 200 euros por no usar el casco
Incluso entre ciclistas profesionales, como repartidores o mensajeros, solo utilizan el casco poco más de un 56%. Todos estos porcentajes son resultados que aparecen en un estudio publicado en la página web de la DGT, realizado en 2023 en las principales capitales de provincia, y donde fueron evaluados 32.872 ciclistas. El estudio también reveló que un alto porcentaje de pasajeros tampoco utilizaba casco de seguridad.
La publicación del estudio sirvió además a la DGT para recordar a los ciclistas menores de 16 años que el uso de este equipo es obligatorio, y que no hacerlo al conducir constituye una infracción que conlleva multas de hasta 200 euros. De este modo, el organismo espera promover el uso de este equipo de seguridad, que también es obligatorio para personas de cualquier edad cuando se circula en carreteras, fuera de zonas urbanas.
En las carreteras solo es posible prescindir del casco por los siguientes motivos, de acuerdo con las normas de la DGT. En primer lugar por razones médicas (si existe y se puede demostrar con una constancia un problema de salud que impide el uso del casco), cuando se enfrenta una pendiente prolongada, y en casos de calor extremo.
Por lo general, todas las administraciones están interesadas en promover el uso de las bicicletas en entornos urbanos, para descongestionar las calles y avenidas, reducir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la salud de sus habitantes (al respirar aire más puro mientras se ejercitan). Sin embargo, al aumentar el número de ciclistas, también aumentan las posibilidades de que se produzcan accidentes, por lo que es sumamente importante que los usuarios de bicicletas utilicen equipos que los protejan, como el casco de seguridad.
¿Por qué es importante usar el casco de seguridad?
En la práctica, cuando utilizamos vehículos como bicicletas, patinetes, skates o motocicletas, nuestro cuerpo está completamente expuesto, y la cabeza es una de las zonas más vulnerables. Diferentes estudios han confirmado lo que de algún modo también nos dice el sentido común: que el casco reduce drásticamente la posibilidad de lesiones neurológicas en un accidente, o que el mismo tenga un resultado fatal. El casco disminuye entre un 66 y un 88% la posibilidad de una fractura de cráneo, y en un 26% la de morir en un accidente.
De acuerdo con cifras presentadas por el Ministerio del Interior en España, en 2023 hubo 1.048 siniestros con resultados mortales. Con medidas como las de promover el uso del casco de seguridad entre los ciclistas se busca reducir esto números aún más. A nivel de usuarios y diga lo que diga la DGT, toda medida de seguridad es útil y necesaria.