Se puede perder la pensión por incapacidad permanente de varias formas. Hay que tener en cuenta cuáles son para conservar esta prestación tan importante para las personas que no pueden trabajar y necesitan el sostén económico que esta les aporta.
No obstante, es importante saber que con algunos grados menores de discapacidad, la pensión por incapacidad permanente es menor. También, cuando se tienen estos grados se puede tener otro trabajo. Por ello, en estos casos, el hecho de perder la pensión por incapacidad permanente no sería tan grave. Vamos a ver cuáles son los casos en los que se pueden perder estas pensiones.
Pérdida de la pensión por incapacidad permanente por jubilación
Uno de los casos en los que claramente se deja de percibir la pensión por incapacidad permanente es cuando llega el momento de la jubilación. Y es que no es compatible cobrar al mismo tiempo la pensión de jubilación y la de incapacidad permanente.
Esto significa que cuando se cumple la edad de retirarse del mundo laboral, se pasa de recibir la pensión por incapacidad permanente a recibir la de jubilación. La Seguridad Social especifica a este respecto en su página web que “las pensiones de incapacidad permanente pasan a denominarse pensiones de jubilación, cuando sus beneficiarios cumplen 65 años”. Esto es en los casos en los que la persona que la recibe no hace ningún trámite, por lo que en estos, el importe de la pensión es el mismo, solo que pasa a denominarse pensión de jubilación.
En algunos casos estas pensiones están exentas de IRPF y, según determina la Seguridad Social «también se declaran exentas las prestaciones reconocidas a los profesionales no integrados en el régimen especial de la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos por las Mutualidades de Previsión Social que actúen como alternativas al régimen especial de la Seguridad Social mencionado, siempre que se trate de prestaciones en situaciones idénticas a las previstas para la incapacidad permanente absoluta o gran invalidez de la Seguridad Social«.
Perder la pensión por incapacidad permanente por no seguir los tratamientos o por mejora
No obstante, hay otros motivos por los que se puede perder la pensión por incapacidad permanente. Cuando se consigue esta pensión, es porque se ha estado pasando un periodo de baja laboral que incluye revisiones médicas y tratamientos. Estos tratamientos deben ser seguidos si no se quiere perder la baja laboral y su pensión.
En el caso de la pensión una vez que se otorga, quienes la reciben tienen que asistir también a revisiones periódicas que pueden determinar cambios en la salud y en la pensión por incapacidad permanente.
A este respecto se puede demostrar que la persona que cobra la pensión está llevando a cabo comportamientos que no son coherentes con la discapacidad que sufre. Esto también sería un motivo para perder la pensión. Otro de ellos sería que se haya dado un error de diagnóstico por el personal médico. Esto por un lado sería una buena noticia porque la salud mejora, pero a consecuencia de esto se podría perder la pensión.
Perder la pensión por incapacidad permanente por tener otro empleo
En el caso de la pensión por incapacidad permanente, también hay que tener este tipo de cosas en cuenta. Aunque esta es algunas veces es de forma vitalicia, esto no siempre es así. Como hemos dicho, hay pensiones de incapacidad que se pueden compatibilizar con otros empleos y algunas que no.
Esto sería otro motivo para perder la pensión por incapacidad permanente, en el caso de percibir la pensión por incapacidad permanente, en el caso de la absoluta. Si se demuestra que la persona que la percibe está desarrollando trabajos incompatibles con su cobro. Motivos que una vez que se conocen, pueden hacer que no se pierda la pensión si se cuidan los motivos por los que esto puede ocurrir.