Las estafas en el ámbito digital van en aumento año tras año. Si bien es cierto que los sistemas de ciberseguridad son cada vez más sofisticados, el protagonismo de la tecnología en prácticamente cualquier acción de nuestro día a día abre la puerta a que los ciberdelincuentes encuentren las vías para percutir en los sistemas de defensa. Dentro de este contexto, los teléfonos móviles son la principal diana de los fraudes de estos malhechores y a pesar de que ahora los smartphones son capaces de identificar qué llamadas pueden ser spam o sospechosas aún sigue habiendo hueco para los engaños.
Precisamente la Policía Nacional está alertando de una nueva estafa telefónica que usa números reales de bancos y administraciones. El nuevo método que los ciberdelincuentes están comenzando a implementar y que las líneas móviles no logran detectar, se conoce como ‘spoofing’. En resumen, se trata de una llamada que, en apariencia, parece real y auténtica pero que realmente no lo es.
Los estafadores, se aprovechan de que la víctima confíe en que es una comunicación segura para obtener información personal, financiera o convencerles para realizar pagos urgentes.
Así se desarrolla esta estafa
La suplantación de números telefónicos y con ello, de identidad, no es algo nuevo; sin embargo esta problemática se ha disparado alarmantemente en los últimos tiempos gracias a las numerosas herramientas al alcance de todos en internet. La que más polémica genera y la más preocupante es la Inteligencia Artificial, puesto que con ella se puede ocultar el origen real de una llamada. Esto implica que en muchos casos resulte prácticamente imposible diferenciar una llamada verdadera de una falsa.
Los delincuentes saben lo que hacen y utilizan tácticas que suelen tener un gran porcentaje de éxito. Normalmente la llamada se presenta como urgente y en ella se mencionan supuestos cargos no autorizados en la cuenta bancaria, problemas con impuestos o amenazas legales. Su objetivo con este ‘modus operandi’ es claro: provocar miedo y prisa en la víctima para que proporcione datos personales o sensibles y acepte transferir dinero al destinatario indicado.
Indicadores del posible fraude
A pesar de que el número que aparece en la pantalla pueda parecer auténtico, existen varias señales de advertencia que pueden ayudar a detectar un posible fraude:
- Urgencia desmesurada: El ciberdelincuente presiona con insistencia a la víctima para que esta actúe lo antes posible y no tenga tiempo para reflexionar y pensar en lo que está ocurriendo.
- Solicitudes de información privada: Jamás confíes de alguien que te pida que le compartas por teléfono elementos confidenciales como códigos de verificación, contraseñas, cuentas bancarias o datos de tarjetas.
- Lenguaje que coaccione: Habitualmente aluden a consecuencias graves si no se cumple lo que han solicitado. Pueden amenazar con bloqueos, denuncias o sanciones.
- Instrucciones poco habituales: Es sospechoso que te pidan instalar aplicaciones, compartir códigos enviados mediante SMS o, por supuesto, realizar transferencias a cuentas desconocidas.
Ser capaz de reconocer estos indicadores a tiempo es fundamental para anticiparte y protegerte de la estafa. En cuánto notes algo raro, corta la llamada.
Los consejos de los expertos
Los especialistas en ciberseguridad subrayan que ninguna entidad bancaria, aseguradora ni autoridad legal solicitará datos sensibles a través de una llamada. Y mucho menos te pedirán que instales programas en tu dispositivo o realices ningún tipo de transferencia con carácter inmediato.
El principal consejo es colgar y llamar directamente al número oficial de la institución, ya sea consultándolo en su página web o en documentos oficiales. Además se recomienda registrar en la agenda de contactos los números de atención al cliente de las entidades o bancos más utilizados y siempre denunciar cualquier intento de estafa para que las operadoras puedan bloquear ese número.
