Uno de los objetivos de implantar la nueva jornada laboral es el de aumentar la productividad. Eso es lo que sostienen datos como los que se tienen de productividad de países como Holanda, que con una jornada de poco más de 30 horas semanales está a la cabeza de Europa, siendo el país más productivo de la eurozona.
El hecho de que Holanda produzca tanto con la jornada laboral más corta de Europa, hace pensar que quizás la nueva jornada laboral en España pueda traer los mismos resultados, pero surge otra pregunta, ¿se trata solamente de trabajar menos horas?
La propuesta de nueva jornada laboral
Hace unas semanas, Elma Saíz se expresaba en la red social X, ante la nueva jornada laboral que puede hacerse realidad en España con estas palabras: «Después de 40 años de democracia, hoy firmamos por primera vez junto a CCOO y UGT un acuerdo para reducir la jornada laboral sin reducción salarial» y continuaba «Hoy somos un país más justo, más democrático y más feliz«.
No obstante, parece que no va a ser tan sencillo implantar esta nueva jornada laboral. Algunos expertos afirman que lo importante ahora es que España pague la deuda. Algo que se hace evidente. Pero la cosa va más allá, parece que hay quienes piensan que para aumentar la productividad, hay que trabajar aún más.
Aquí se abre la duda de si la reducción de la jornada laboral a 37´5 horas semanales sin reducción salarial, será suficiente para aumentar la productividad. El hecho de aumentarla, está claro, no solamente depende del tiempo que se trabaje. También de las estructuras y métodos de trabajo que se utilizan en las empresas y de las capacidades de quienes los llevan a cabo. Además de muchas otras cosas.
Lo que opina la CEOE
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha encontrado argumentos que desmontan las bases de la implementación de la nueva jornada laboral en España. La CEOE no cree en absoluto que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas vaya a tener un impacto positivo en la productividad, aunque esta postura sea argumentada por el Ministerio de Trabajo.
Es más, a través de estas declaraciones insinúan que para conseguirlo, lo que haría falta es trabajar más horas: “Para tener un nivel de productividad en consonancia con la media de los países analizados, la jornada efectiva en España debería estar en torno a 41,2 horas semanales. Por tanto, llevar a cabo reducciones de dichas jornadas laborales sin incrementos muy significativos de la productividad nos alejaría aún más de las referencias europeas”.
Los datos de la CEOE sobre productividad
El organismo va más allá y aporta más argumentos para tirar la medida de reducción para la nueva jornada laboral. Señala que desde el año 2019, la productividad en nuestro país ha bajado acusadamente, comparada con los resultados de la eurozona.
La CEOE afirma que “los estudios indican que es el incremento de la productividad lo que permite la reducción de las jornadas laborales y el aumento de los salarios. En sectores donde la productividad está directamente relacionada con el tiempo de trabajo, una reducción impuesta generará desajustes organizativos y un mayor incremento de los costes laborales, resultando en una disminución de la productividad”.
Con estas declaraciones, apunta a que el movimiento sería contrario y considera que la propuesta del Ministerio de Trabajo “constituye una injerencia sin precedentes en la autonomía colectiva y no oculta el propósito final de cambiar el modelo constitucional de fijación de las condiciones laborales por los agentes sociales a través de la negociación colectiva por otro ‘intervenido’ que contraviene, incluso, las orientaciones del Consejo de Europa”.
