Una de las reformas más atrevidas que ha puesto sobre la mesa el Ministerio de Trabajo ha sido la modificación de la jornada laboral de las hasta 40 a 37,5 horas semanales, y que la reducción de las horas de trabajo no afecten al Salario Mínimo Interprofesional. El desarrollo de esta propuesta aún está en proceso de discusión interna, ya que no cuenta con el visto bueno definitivo del Congreso. Desde el ministerio que dirige Yolanda Díaz asegura que dentro de dos años se podría mejorar la jornada sin que los ingresos de los trabajadores se vean impactados por trabajar menos horas.
Por el contrario, desde la Patronal y desde los organismos públicos internacionales como el FMI afirman ciertas dudas pospositivas de las consecuencias económicas tras la modificación de la jornada de la semana laboral. A pesar de ello, parte del Gobierno mantiene su compromiso en la mejora de las condiciones laborales.
Consecuencias de la reducción de la jornada laboral en el SMI
El SMI es el mínimo que percibe cualquier trabajador con contrato a jornada completa en España. Este, en la actualidad, es el de 15.876 euros anuales en 14 pagas, lo que representan 1.134 euros mensuales para quienes tienen pagas extras que , con las pagas prorrateadas, sería de 1.323 euros mensuales. Con la reducción de la jornada laboral se mantiene el SMI, por lo que el salario aumenta por hora trabajada.
En el supuesto de que la implementación se realizase en 2 fases, el SMI por hora pasaría de los 8,28 euros actuales (en 14 pagas) a los 9,75 euros por hora en jornada reducida. Esto implicaría el incremento de la retribución por hora para los trabajadores, sin renunciar al cobro de derechos y, además se consolidaría hasta un paso muy importante hacia una distribución más equitativa de la retribución y del tiempo de trabajo.
Subida del SMI
El SMI ha sido un tema destacado en el Gobierno de coalición. En el 2024 se acordó una subida del 5% que se mantiene en esto 2025, pero que se pretende que se eleve al 60% del salario medio, que es la promesa electoral del PSOE y Sumar.
Así, de esta forma para que se alcancen los mencionados porcentajes, se prevé que se deba aumentar el SMI otro 4,6% en el 2025, en la medida en la que se mantenga estable el salario medio del mismo en España. Según los últimos datos presentados por el INE, el salario medio en el 2022 es de 26.948,87 euros, prueba de ello es la correspondiente al SMI actual, a un 58,91% del salario medio. No obstante, el salario habitual (el que más suele repetirse) se encuentra todavía por debajo con una media de 14.586,44 euros.
Impacto económico en las empresas
La Patronal ha expresado su preocupación por el efecto que la jornada laboral reducida y el SMI puedan tener sobre la competitividad de las empresas. Sostienen que la síntesis de ambas medidas puede suponer un aumento de los costes laborales, especialmente en relación con las pequeñas y medianas empresas (pymes). En esta línea, el Gobierno argumenta que son necesarias para disminuir la desigualdad y garantizar a los trabajadores una vida digna, a la vez que argumentan que la economía española ha demostrado ser resiliente con crecimientos sostenidos pese a las reformas laborales.
Un futuro más justo
La reducción de la jornada laboral y el aumento del salario mínimo interprofesional son medidas de política laboral transformadoras del mercado laboral español. A pesar de las objeciones y la oposición a las mismas, son la oportunidad de poder construir un modelo de mercado laboral más justo y sostenible poniendo en el centro la preocupación por el bienestar de los trabajadores.
Con la llegada del 2025 la atención queda centrada en el Congreso de los Diputados, último trámite para tomar la palabra sobre aquello que ha de suceder y sobre cómo impactará la aplicación de estas medidas a millones de trabajadores de esta país.