Algo se mueve -y no poco- en el entorno del RCD Espanyol. La Junta de Accionistas del próximo viernes, con la aprobación casi asegurada de una ampliación de capital cercana a los 38 millones de euros, puede ser el primer paso para que se concrete una operación que cada día suena con más fuerza: la venta del club a Alan Pace y ALK Capital.
Francesc Via explicaba ayer en La Grada Ràdio que ha tratado con personas cercanas a la operación con Alan Pace, una de las tres que están cocinándose -hay que explicar que una de ellas que no ha aparecido en público- y le han transmitido que todo va sobre ruedas como Mundo Deportivo explicaba este pasado fin de semana. Ahora SPORT, que tras dar nuestro medio el nombre de Alan Pace fue el primero en dar por cercano el acuerdo, se suma al relato con una pieza de Marc Marín que aporta detalles interesantes, como la charla con Samuel Marsden, periodista de ESPN y aficionado del Burnley, actual club del grupo inversor estadounidense.
¿Quién es Alan Pace?
Si a alguien todavía le suena a nombre nuevo, vale la pena detenerse un momento: Alan Pace es un empresario estadounidense, amante del surf y el snowboard, que en 2020 compró el Burnley -club histórico de la Premier League- a través de ALK Capital, una firma especializada en la gestión deportiva. Y lo hizo con una fórmula polémica: asumiendo deuda a nombre del propio club. Desde entonces, ha vivido dos ascensos y dos descensos, pero también ha dejado una impronta clara: implicación total, profesionalización del club y una apuesta decidida por el fútbol de posesión, primero con Vincent Kompany y ahora con Scott Parker.

Lo curioso del caso es que Pace se mudó a vivir a Burnley con su familia, algo poco habitual en propietarios extranjeros. Va a los partidos, habla con los aficionados y, como explican desde Inglaterra, ha generado un vínculo real con la ciudad. Algo que, comparado con la total desconexión de Chen Yansheng, que no pisa Barcelona desde 2022 y se comunica vía vídeos, no deja lugar a muchas comparaciones.
¿Espanyol o Burnley, quién sería el “club principal”?
Esa es la gran pregunta que ronda la cabeza de muchos pericos. Porque si ALK acaba comprando el Espanyol, pasará a tener dos clubes dentro de su estructura. Y la experiencia de los grupos multiclub —con ejemplos como el City Football Group o Red Bull— indica que siempre hay una entidad matriz y otras “satélites”.

En este caso, Samuel Marsden tiene dudas: “Con Burnley y Espanyol no lo tengo tan claro, está un poco más difícil”. Pero apunta una frase que invita al optimismo desde Cornellà: “Veo al Espanyol como un club con algo más de potencial”. ¿Por qué? Porque está en Barcelona, porque tiene una masa social amplia, un estadio moderno y más recorrido histórico en una liga con barreras de entrada algo más bajas que la Premier.
¿Qué opinan en Burnley?
Curiosamente, los propios aficionados del Burnley se están interesando por lo que puede pasar en Barcelona. En foros como Reddit ya circulan hilos donde preguntan a los pericos su opinión sobre el posible aterrizaje de ALK en el RCDE. La respuesta más repetida desde el lado blanquiazul: hartazgo con Rastar y cierta desconfianza con la multipropiedad, pero también esperanza por tener a alguien que al menos esté presente.
Por su parte, los aficionados ingleses reconocen que la gestión de Pace ha tenido altibajos, pero que en general ha sido positiva: cambios estructurales, una política de fichajes más moderna, más visibilidad internacional… aunque también señalan que se cometieron errores, especialmente con la dependencia excesiva de Kompany, que al irse dejó un proyecto muy tocado.
He aquí una completa reflexión de un aficionado de The Clarets:
Opino lo mismo; tampoco me entusiasma el modelo de propiedad multiclub. Lamentablemente, creo que, al menos para los equipos de la Premier League, se ha convertido en algo así como “si no puedes con ellos, únete a ellos”.
En cuanto a ALK, puedo decir (personalmente) que su gestión del club hasta ahora ha sido positiva. La forma en que ALK adquirió el club generó cierta controversia entre los aficionados, ya que la deuda y el riesgo de la compra fueron asumidos por el propio club (utilizando sus propias reservas de efectivo para comprarlo… no lo entiendo del todo, pero parece sospechoso). Se solicitaron préstamos bastante cuantiosos al principio, lo cual fue preocupante, ya que el Burnley siempre fue un club gestionado con mucha prudencia financiera, uno de los pocos en la Premier League en aquel momento que operaba con números positivos. El club aún está devolviendo estos préstamos.
Desde la llegada del ALK, el estilo de fútbol ha cambiado, principalmente debido a los nuevos nombramientos de entrenadores. Por supuesto, tuvimos a Kompany en su primera temporada como propietarios, a quien perdimos contra el Bayern (!), y luego tuvimos otro buen fichaje con Scott Parker. Esto ha resultado en dos temporadas con más de 100 puntos en la segunda división, consiguiendo el ascenso automático a la Premier League en ambas ocasiones. Siento que el corazón del club sigue intacto.
Fuera del campo, la estrategia de fichajes ha cambiado claramente. Donde antes el club se centraba en profesionales veteranos y con experiencia, ahora invertimos mucho más en jóvenes con potencial. Esto ha funcionado hasta ahora : hemos obtenido buenos beneficios con muchos jugadores. Creo que este es un intento activo de generar un flujo de ingresos sólido para el club: el modelo Brighton/Brentford.
Creo que hubo cierta ingenuidad por parte del grupo propietario desde el principio respecto a cómo funciona el fútbol en Inglaterra. Diría que esta ingenuidad quedó al descubierto con la sorpresiva pérdida de Kompany y la pérdida de un gran número de nuevos jugadores tras su marcha, lo que puso de manifiesto el riesgo de la estrategia de fichajes (solo estaban aquí por el entrenador, no por el escudo). Tuvimos dos reconstrucciones completas en tres temporadas.
También se ha hecho un claro esfuerzo por promocionar mejor el club, tanto entre los aficionados nacionales como internacionales. Recibimos mucho más contenido en redes sociales, más patrocinios y colaboraciones internacionales, y como resultado, hemos visto un aumento en el número de aficionados extranjeros del club.
Otro punto a destacar es que Alan Pace parece realmente interesado por el club y está comprometido emocionalmente, no solo económicamente. Se mudó con su familia de Estados Unidos al Burnley, asiste a la mayoría de los partidos en casa y pasa mucho tiempo interactuando con la afición y la comunidad local.
¿Qué implicaría su llegada al Espanyol?
Todo depende de cómo se estructure la operación. Si se confirma que ALK entra tras la ampliación de capital y compra la mayoría de acciones, Pace tendría la oportunidad de construir un nuevo proyecto desde cero, con una base sólida y una afición que, pese a todo, sigue creyendo. Sería fundamental, eso sí, que mantuviese el arraigo que ha demostrado en Burnley y no convirtiese al Espanyol en un club de paso.

El riesgo está claro, y lo explica bien un perico en Reddit: “El Girona no habría llegado a la Champions sin el City Group, pero ha perdido su alma en el camino”. La multipropiedad no es neutra, y si no se gestiona con cuidado, puede acabar arrastrando al club a un rol secundario en su propio futuro.
¿Y ahora qué?
Primero, toca aprobar la ampliación de capital. Luego, si todo sigue su curso, podría oficializarse la venta. Lo que está claro es que el Espanyol necesita un cambio urgente: de liderazgo, de visión, de ambición. Y Alan Pace, con sus virtudes y sus sombras, podría ser ese nuevo comienzo. La afición, cansada de promesas vacías, solo pide una cosa: que quien venga, crea de verdad en el club.
Porque en el Espanyol, las palabras ya no bastan. Hace falta gestión. Presencia. Proyecto. Y, sobre todo, respeto.
