Álvaro Aguado es uno de los nombres propios más destacados en el actual RCD Espanyol. El centrocampista jienense, que llegó al club de la mano de Fran Garagarza como agente libre tras el cierre del pasado mercado de fichajes de verano, había finalizado su contrato con el Real Valladolid en el mes de junio; sin embargo, se tomó bastante tiempo antes de decidir su futuro, incorporándose al conjunto blanquiazul cuando ya se habían disputado cinco jornadas ligueras. A sus 27 años, el centrocampista venía de completar dos buenas temporadas con el Pucela, siendo importante en el ascenso hace dos temporadas, y dejando buenas sensaciones la pasada campaña a pesar del descenso a Segunda. Pese a que su nombre apareció relacionado a clubes de Primera como Cádiz, Mallorca o Getafe, finalmente fue el club perico el que tras no poder hacerse con los servicios de Raúl Guti, acabó convenciendo con su propuesta al talentoso jugador andaluz. Con contrato hasta 2025, su visión de juego y capacidad de conducción hacen que sea considerado una pieza clave cara a conseguir el objetivo del ascenso.
Álvaro Aguado y su ausencia en los onces del Espanyol fuera del Stage Front Stadium
El centrocampista del Espanyol Álvaro Aguado ha sido protagonista destacado este jueves; de entrada, le hemos preguntado si jugfará este sábado en Andorra: “Me encantaría decirte que sí, pero soy un jugador más y es el entrenador el que elige el once ideal para conseguir los tres puntos”. No pasa inadvertido que con Luis Miguel Ramis no ha sido titular lejos del Stage Front Stadium, y que su ausencia ha coincidido con actuaciones poco lucidas del equipo: “Así es, es la realidad, no he jugado fuera, pero no creo que porque juegue o no el equipo esté mejor o no, al final manda el técnico y es el que quiere lo mejor para el club”. “En la corta etapa que lleva Ramis ha habido de todo, grandes partidos, derrotas que hemos merecido y otras que no; centrado en repetir las cosas que hacemos bien, y no las que no salen”, ha reflexionado respecto a cómo ve al conjunto blanquiazul desde la llegada de el del Morell.
Aguado entiende las ganas y prisas del aficionado del Espanyol
Al jugador del Espanyol Álvaro Aguado no pasa inadvertida la impaciencia del aficionado perico por ver al equipo en plaza de ascenso directo, incluso liderando la tabla: “Me gusta ponerme en el pellejo de todo el mundo, y entiendo las prisas y ganas de la gente de ver a su Espanyol en ascenso directo, pero la realidad no es esa, estamos en Segunda por mucho escudo e historia que tengamos. No es que no seamos ambiciosos, lo somos, pero la realidad es que no se asciende ahora sino en mayo. Ahora mismo si estuviésemos con cinco puntos de distancia tampoco estaríamos ascendidos. Que nos pase lo malo ahora y no en la segunda vuelta, que es donde hay más presión y estoy seguro que lo sacaremos adelante”. “Hay que ser muy ambiciosos, sé donde estoy pero la realidad es que estamos en Segunda y todo cuesta muchísimo; entiendo el enfado y la presión, es un reto que tenemos de delante. En otro equipo no lo tendríamos, si pasa es porque estamos en un club con historia. Esa presión hay que transformarla en energía positiva y no negativa”, añadía el futbolista jienense. Hemos cuestionado a Álvaro Aguado si en la plantilla se siente un exceso de presión que puede llevar a la precipitación, y si no sería conveniente rebajar las expectativas: “Si alguna vez veis que rebajamos expectativas nos dais una colleja, éste no es el club idóneo para eso. Pero el caso es que las cosas no han salido, hemos tenido que cambiar de entrenador pero tenemos claro el objetivo. A mi la presión me afecta para bien, me encanta, no doy mi mejor versión si no existe, pero hay que tener los pies en el suelo y que eso no sea un peso negativo”
Álvaro Aguado: “Nos falta creernos que estamos en el Espanyol y demostrarlo cada fin de semana”
Cuestionado por qué pierde Ramis al equipo y a él mismo, Aguado resume: “En este tiempo tiene un 4-4-2 de manual, estar estructurados, defender juntos, presionar arriba y con balón tener paciencia y tranquilidad, filtrar entre líneas y si no se puede jugar por bandas para que hagan centros. A mi me pide personalidad, desparpajo, movilidad y estar preparado para pérdida para defender replegado”. “¿Que le falta al equipo para estar donde se esperaba? Nos falta tranquilidad con balón, creernos que estamos en el Espanyol y demostrarlo cada fin de semana. Pero esa presión puede pesar un poco. Los errores nos están penalizando mucho, estamos cometiendo muchos fallos que vienen en cadena. Este equipo para el potencial que tiene está cometiendo unos fallos cada partido que nos están penalizando”, considera el centrocampista. Como ”consuelo” estas dos últimas jornadas está el hecho de que en la parte alta de la tabla han fallado la mayoría de equipos aparte del Espanyol: “La lectura positiva es que la competición es muy dura, que es complicada para todos los equipos. Yo que soy muy ambicioso y el equipo también, te vas cabreado por la posibilidad perdida de restarle puntos a los equipos de arriba”. Álvaro Aguado, tras reflexionar sobre el hecho de que el Espanyol sufra los peores horarios del fútbol profesional -“Claro que afecta, pero a mi me da igual jugar el día; de poder elegir me gustaría horarios en el que el aficionado pueda ir, y no es lo mismo jugar en un campo más o menos lleno. Pero la historia es que si jugamos tanto en viernes y lunes es porque somos el Espanyol y las televisiones no son tontas, son un aliciente para la audiencia”-, reflexionaba sobre cómo corregir la diferencia entre los resultados en casa y fuera: “Es un punto de inflexión muy positivo a nuestro favor el tema de jugar en cualquier campo y ante cualquier equipo ser el rival a batir, dice mucho del equipo en que estamos, y no lo estamos sabiendo utilizar a favor todo lo que deberíamos. El factor de ser el rival a batir es un factor a favor nuestro que no utilizamos y nos está llegando a pesar”.
Álvaro Aguado, un tipo “muy natural”, afortunado por estar en el Espanyol
Ya a nivel personal, ha explicado el porqué de esa particular y muy personal imagen de jugar con los calcetines bajados y la camiseta por dentro de los pantalones, que tiene un origen ciertamente entrañable: “Lo hago por comodidad, lo hecho estos últimos años por esto; y la camiseta, mi padre me obligaba a vestirla por dentro porque me las daban muy grandes. Es un hábito que llevo desde pequeño, una historia bonita con mi padre”. Y es que el andaluz ha insistido en que es una persona hogareña un familiar: “Soy un tío muy natural, muy franco, muy normal en lo deportivo y lo familiar, me gusta ser amable y simpático, una persona muy normal en mi día a día al que le gusta pelear por sus sueños, sé que soy muy afortunado por poderme dedicar al fútbol y poder estar en el Espanyol”.