El Espanyol ha puesto fecha a uno de los movimientos más relevantes a nivel institucional de los últimos tiempos. El próximo 27 de junio, a las 12:00 horas, el club celebrará una Junta General Extraordinaria de Accionistas con un punto central en el orden del día: aprobar una ampliación de capital por valor máximo de 37.999.998 euros. Casi 38 millones que, si todo va según lo previsto, servirán para transformar deuda en capital social y aligerar así la delicada mochila financiera que arrastra la entidad blanquiazul.
Convocatòria de la Junta General Extraordinària d’Accionistes #RCDE
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) May 26, 2025
La convocatoria fue aprobada por el Consejo de Administración el pasado 25 de mayo, y, como ya es costumbre en este tipo de reuniones, la cita se celebrará de forma exclusivamente telemática, es decir, sin presencia física de accionistas. Será la primera y única convocatoria, y legalmente se considerará celebrada en el domicilio social del club, en Cornellà de Llobregat, aunque no haya nadie allí más que los que estén conectados por vía digital.
¿Qué se votará exactamente?
En el punto tercero del orden del día está la clave: la emisión de un máximo de 6.333.333 nuevas acciones, con un valor nominal de 6 euros cada una, que supondrán, en total, esos casi 38 millones de euros. ¿El detalle importante? Que el contravalor de estas acciones consiste en una compensación de créditos, lo que, en otras palabras, implica convertir en capital parte de la deuda que el Espanyol ya tenía encima de la mesa. Nada de una inyección económica nueva que venga a reforzar directamente el área deportiva: hablamos de una operación contable que busca sanear las cuentas.
Como parte de este proceso también se someterán a votación las modificaciones de los artículos 5º y 6º de los Estatutos Sociales, y se delegarán facultades al Consejo de Administración para que pueda llevar a cabo todo el procedimiento sin depender de nuevas juntas.
Además, hay otros dos puntos más: uno más simbólico —el informe del presidente, que se espera sin grandes sorpresas— y otro de trámite, como el habitual turno de ruegos y preguntas, que en formato telemático rara vez deja titulares, aunque siempre hay margen para que algún accionista minoritario deje una reflexión en voz alta.
Una medida esperada, pero no suficiente
Esta ampliación de capital es un paso que se venía esperando desde hace semanas. El propio entorno del club llevaba tiempo apuntando a una operación que ronda los 40 millones, y que debería permitir al Espanyol juntamente a lo que se ingrese por la venta de Joan García trabajar dentro de la regla del 1:1, lo que en la práctica facilitaría moverse en el mercado con algo más de libertad. Eso sí, nadie se engaña: no es una inversión directa que venga a reforzar la plantilla, sino una reestructuración de deuda.
El contexto es claro. La propiedad, encabezada por Chen Yansheng, necesita dar un paso adelante si quiere que el proyecto deportivo avance. Y aunque esta ampliación pueda aliviar tensiones internas, desde la afición y los estamentos técnicos —empezando por el propio Fran Garagarza, que ya ha dejado entrever lo ajustado del margen para retener a jugadores clave como Puado— se espera una implicación mucho mayor en la configuración del equipo para el curso 2025-26.
En definitiva, el Espanyol afronta un verano decisivo. Y esta Junta Extraordinaria será una primera piedra importante para construir desde una base financiera algo más estable. Pero si el objetivo es dejar atrás la angustia deportiva de las últimas temporadas, hará falta algo más que ajustes contables. El balón está ahora en el tejado de los que deciden.
Rastar superará los 200 millones invertidos en el Espanyol, más de lo que pediría por su venta
Con esta ampliación de capital se elevará aproximadamente a 201 millones de euros la inversión total del grupo Rastar en el club desde su llegada en 2016 -hasta ahora han sido 163 quilos- según datos de 2Playbook. La cifra resulta especialmente significativa si se tiene en cuenta que, según distintas fuentes, el grupo chino estaría dispuesto a negociar la venta del club por una cantidad inferior a esa inversión acumulada. Un dato que refuerza la percepción de desgaste en la relación entre la propiedad y el entorno blanquiazul tras años marcados por la inestabilidad deportiva y la falta de ambición institucional.
En definitiva, la operación refuerza el equilibrio económico del Espanyol, pero reabre interrogantes sobre el proyecto deportivo y las verdaderas intenciones de Rastar a medio plazo.



