La salida de Joan García rumbo al FC Barcelona ha abierto un vacío en la portería del RCD Espanyol que, para muchos dentro del club, tiene ya un nombre propio: Ángel Fortuño. Con 23 años y toda una vida en la entidad blanquiazul -desde prebenjamines hasta el filial-, el guardameta barcelonés representa la opción de continuidad y fidelidad a un proyecto de cantera que, en los últimos años, ha sido uno de los pilares del club.
Según una información publicada por La Vanguardia, la dirección deportiva del Espanyol contempla seriamente la posibilidad de que Fortuño dé el salto definitivo al primer equipo, aunque la hipotética incorporación de un portero veterano como Marko Dmitrovic, de 33 años, podría condicionar esa decisión. En este escenario, las voces autorizadas que han trabajado con Fortuño no dudan de que está preparado.
Uno de los testimonios más contundentes es el de Julián López de Lerma, actual técnico del juvenil A del Real Madrid y ex entrenador del propio Fortuño tanto en alevines como en el filial perico. “Si le hemos dado una oportunidad a un chico como Joan que sabíamos que era válido, todo el mundo en la cantera del Espanyol sabe que Ángel es válido desde que era alevín”, afirma. López de Lerma recuerda que ya entonces “bajo palos era un bicho” y que en las tandas de penaltis “era ganador siempre”. Años después, en el filial, se encontró a un portero “con unas condiciones atléticas tremendas” y que sigue destacando por su agilidad y velocidad de reacción.
Fortuño, no obstante, carga con un factor que en su día también pesó en su competencia con Joan García: la altura. Mide 1,83 metros, una cifra que sigue generando dudas en algunos cuerpos técnicos. Pol Lozano, capitán del Espanyol y compañero suyo en las categorías inferiores, rebate esa percepción: “Desde fuera o para un entrenador que no le conozca puede generar desconfianza por la altura, pero nunca he visto a nadie que salte como él”. Lozano destaca que en la base “no podías decantarte por él o por Joan, el nivel era altísimo” y se muestra convencido de que “si el club apuesta por Ángel, tendremos portero para años”.
También Adrián Caballero, quien fue hasta el pasado curso coordinador de porteros de la cantera del Espanyol, avala su candidatura con rotundidad. “Está más que preparado para jugar en Primera división”, afirma, y subraya no solo su talento y nivel, sino también su fortaleza mental: “Es cuestión de tiempo que todo le salga bien, como ha pasado con Joan García”.
Caballero relata que la competencia con el guardameta de Sallent generó dudas en Fortuño hace un par de años, cuando se planteó si debía renovar. “Tuve una conversación con él donde le dije que tuviese paciencia, que siempre habían tenido minutos los dos y que iba a tener su momento seguro”, recuerda. Desde entonces, Ángel ha seguido creciendo. Sus puntos fuertes, según Caballero, son “el uno contra uno, su velocidad de reacción y su potencia”. Pese a su menor estatura, considera que “domina todas las situaciones de juego aéreo porque entiende el juego, anticipa y tiene una capacidad de salto excelente”.
Frente a la posible llegada de un portero con trayectoria en Primera división, Caballero lanza una reflexión: “La experiencia no vas al supermercado y la compras, sino que hay que ponerla en el verde e ir acumulando”.
La decisión está sobre la mesa. Fortuño ha esperado su oportunidad con disciplina, ha demostrado condiciones a lo largo de toda su formación y cuenta con el respaldo de quienes mejor lo conocen. Con Joan García ya fuera del club, todo apunta a que el siguiente en dar un paso adelante podría ser él. El Espanyol tiene ahora la opción de volver a confiar en su cantera.


