En la primera prueba de la pretemporada, con calor, ilusión y muchas piernas aún por engrasar, el Espanyol cumplió en Peralada (1-4). Pero más allá del resultado, que en estas fechas sirve para poco, lo importante era empezar a rodar… y Ángel Fortuño lo hizo con buenas sensaciones. El portero blanquiazul atendió a los medios sobre el mismo césped nada más acabar el partido, y lo hizo con naturalidad para explicar que lo visto se corresponde con el momento de curso en que estamos.
“Primer partido, acoger minutos, que nadie se lesione… hemos ganado 1-4, pero los resultados no son importantes ahora mismo”, soltó, dejando muy claro que en estas semanas lo que cuenta no va en el marcador. Lo fundamental es sumar ritmo, no sustos, y empezar a coger confianza de cara a lo que viene.
Bajo palos, Fortuño estuvo casi de espectador. “Se me ha hecho corto, no me han llegado muchas pelotas, a seguir así”, reconoció sincero, aunque con la seguridad de quien sabe que lo suyo es estar preparado para cuando toque intervenir.
Y hablando de estar listo, el nombre de Dmitrovic salió enseguida. La competencia por la portería se prevé intensa, pero Fortuño no se esconde. “Me veo bien, confío mucho en mí, hay competencia sana y es bueno por el grupo. Dmitrovic es muy buen portero, será bueno para el grupo”. Un discurso maduro, sin complejos, con esa mezcla de ambición y respeto que siempre suma en un vestuario.
Sobre el reparto de minutos en los amistosos que quedan, el canterano explicó que “aún quedan muchos partidos, el míster decidirá, no hemos hablado aún, seguro que jugaremos muchos más partidos”. Traducido: toca trabajar y dejar que Manolo González reparta juego como crea conveniente.
La temporada que arranca ilusiona, pero Fortuño no quiere que nadie se vuelva loco antes de tiempo. “Hay una buena base, el año pasado padecimos hasta el último partido, pero tenemos una temporada ilusionante que toca disfrutar. Primero centrarnos en el objetivo, después veremos dónde podemos llegar”.
Y sí, el trabajo está siendo intenso. Doble sesión, carga física y mucha exigencia desde el minuto uno. “Es normal, trabajamos mañana y tarde, el físico se nota. La primera mitad hemos aguantado bien pero en la segunda mitad se ha notado. Cada semana que pase se irá notando”. Nada que no esperaran, pero queda claro que el grupo está metido desde el principio.