El pasado sábado, tras el Girona – Espanyol en Montilivi, las palabras del alcalde Lluc Salellas desataron una auténtica tormenta en redes sociales. “Hem xalat, hem guanyat. El futbol català ha canviat (per bé)” fue el desafortunado comentario que encendió a la afición perica, al considerar su mensaje una provocación innecesaria hacia un club con una historia centenaria dentro del fútbol catalán y que en su día fue la única entidad que ayudó con jugadores y otros favores a la entidad gironina.
La indignación no se hizo esperar, y el malestar de la afición blanquiazul resonó con fuerza en X, donde no faltaron respuestas cargadas de ironía y reproches. Pero entre todas ellas destacó la de Ángel Martínez, ex jugador del Espanyol y además concejal del Ajuntament de Girona, quien, con su experiencia tanto en el deporte como en la política, no dudó en poner en su sitio al alcalde. Consciente de la trascendencia de sus palabras, lanzó un mensaje que no solo desmontó la inoportuna declaración de Salellas, sino que también recibió el respaldo masivo de una afición espanyolista que antes había cuestionado otro mensaje suyo afirmado que hasta cierto punto, tenía el corazón dividido cara a la cita de Montilivi. El ex jugador se ha explicado en La Grada Ràdio: “He nacido en Girona, estos años se ha generado rivalidad entre ambos clubes pero creo que antes y ahora es compatible tener simpatía por ambos. Tal vez hay gente que desconoce esta parte de mi vida y puede verse frustrada pero fui correcto, me alegré por ver la mejor versión del Girona y me preocupé y frustré por la que vi del Espanyol. El Espanyol era el más necesitado y fue muy doloroso, de ahí mi mensaje, soy transparente y sincero. Por lo que respecta al alcalde, no tolero a los generadores de odio, y creo que el máximo representante de la ciudad no puede hacer eso a ningún club. Ese tuit con tan mala intención, desconociendo la realidad del fútbol catalán porque no le gusta el fútbol, es la ignorancia pero aún peor las ganas de hacer daño. Sin entrar en temas políticos, es de un partido que vive del odio y de la brega, de ser anti-todo, hizo un tuit para contentar a su público haciendo la gracia pero es el representante de todos los gerundenses y no puede generar ese odio. Desconoce la historia y lo que significa nuestro club, y por aquí no paso. No tolero a los generadores de odio”.
Por lo que respecta a la situación del Espanyol, reflexiona: “Se acumula todo, la frustración propia, ver un proyecto como el Girona que va a buen ritmo, es como aquel al que le va todo mal y ve al vecino que lo tiene todo. Tu situación se agrava viendo como al vecino le funcionan las cosas. Nuestro problema no es el Girona, somos nosotros mismos que no hemos sido capaces de poner esos pilares sólidos para construir lo que han hecho ellos. Estamos en los peores años de nuestra historia, y recordar otros episodios mejores de nuestra historia aún te frustra más. La realidad es que estamos con un equipo que sufre, que tiene el nivel que tiene, al que hay que exigirle ir al 200% porque tiene lo que tiene. Necesitamos un impulso para tirar esto adelante. Hay una protesta el jueves y puede estar bien, lo que sea hacer llegar el malestar existente y que necesitamos más de todos para sacar esto adelante está bien. Es reivindicar un sentimiento de lucha, hemos de ser rebeldes y hemos de apretar. No sé cuál es la solución pero lo que estamos haciendo hasta ahora no es suficiente”.