A sus 15 años, Uría ya destaca por condiciones físicas poco habituales para su edad: 1,90 metros de estatura, potencia en el juego aéreo y una notable capacidad para anticipar y sacar el balón jugado. Su progresión ha sido meteórica. Ha entrenado con el primer equipo del Real Oviedo y actualmente compite en División de Honor juvenil, a pesar de ser todavía cadete. En la cantera ovetense lo tienen marcado en rojo como un jugador de futuro, y no es para menos.
El central diestro ha captado el interés de varios de los grandes clubes europeos, entre ellos Manchester City, Bayern de Múnich y Juventus, que ya lo han seguido en directo. También equipos españoles de primer nivel lo tienen en su agenda. En este contexto, que el Espanyol se haya situado como posible destino inmediato del jugador es una noticia relevante y habla de una estrategia de captación ambiciosa por parte de la entidad perica.
En un momento donde los grandes clubes rastrean el mercado juvenil con cada vez más intensidad, la posible incorporación de Uría supondría un golpe de efecto. No solo por el talento que representa, sino por lo que implicaría como apuesta de futuro en la línea defensiva de los equipos formativos del Espanyol.
Desde el entorno del Real Oviedo se ha insistido en cuidar su evolución con cautela, conscientes del interés que despierta. La operación, en caso de cerrarse, no solo reforzaría el proyecto de cantera blanquiazul, sino que evidenciaría la voluntad del club de seguir siendo un referente en la formación de jóvenes talentos, incluso en un contexto institucional complejo. Una apuesta a largo plazo que, si se consolida, podría tener un impacto importante en los próximos años.