El desenlace está ya escrito. Salvo un imprevisto de última hora, el hasta ahora portero del Espanyol Joan García será esta misma semana nuevo jugador del FC Barcelona. El traspaso del guardameta de Sallent, cuya cláusula de rescisión -25 millones de euros más el correspondiente IPC, es decir, un montante final de 26,4 MEUR- fue abonada el pasado viernes por el club azulgrana, está a la espera únicamente de los últimos trámites formales: la validación del ingreso por parte de LaLiga, prevista entre hoy y mañana. Una vez cumplido ese paso, el Barça hará oficial la incorporación del futbolista, que firmará contrato hasta junio de 2031.
El Espanyol, por tanto, se prepara para cerrar un capítulo que ha generado una profunda incomodidad en su entorno durante las últimas semanas. El ruido mediático que ha rodeado la operación, la gestión de los tiempos y el perfil bajo mantenido por el propio Joan García en todo este proceso han causado malestar en buena parte de la afición blanquiazul, que esperaba otro tipo de actitud por parte de un jugador que ha estado vinculado a la entidad durante los últimos nueve años.
Antes de que el Barça comunique oficialmente su fichaje, está previsto que Joan García emita un mensaje de despedida dirigido al espanyolismo. Será un gesto que algunos consideran necesario, aunque probablemente insuficiente para restañar por completo las heridas abiertas. Su salida al gran rival ha tenido un fuerte impacto emocional en la afición perica, y no parece que unas simples palabras e imágenes en instagram vayan a ser suficientes para perdonar lo que muchos consideran una auténtica traición. Consciente de que esa carta de despedida va a provocar algunas respuestas que no iban a ser precisamente agradables, su intención es, si no hay cambio de orden, bloquear los comentarios e impedir que los que se sienten dolidos por su decisión se pronuncien.
La presentación oficial del portero posiblemente no incluya comparecencia pública ante los medios, sino una entrevista institucional en los canales oficiales del Barça, así como las tradicionales fotografías tras la firma del contrato en las oficinas del club, que se producirán no antes del miércoles.
En paralelo, y mientras se cierra esta etapa, el Espanyol avanza con paso firme en la reconstrucción de su proyecto deportivo. Tal y como adelantó ayer La Grada, el club está muy cerca de asegurar la continuidad de Roberto Fernández, una de las piezas más valoradas por la dirección deportiva que encabeza Fran Garagarza. El atacante, que dejó buenas sensaciones durante el tramo final de temporada, es considerado clave para el nuevo curso y su permanencia era uno de los objetivos marcados en rojo desde hace semanas.
Así pues, el Espanyol está a punto de pasar página. La salida de Joan García, por dolorosa que resulte, permite cerrar un episodio incómodo y mirar hacia delante con mayor claridad. Ahora, la prioridad debe ser fortalecer un proyecto deportivo que recupere la conexión con la grada y devuelva al equipo la estabilidad que tanto necesita.



