Concluida la temporada en el fútbol profesional español, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha comunicado oficialmente los movimientos que afectarán a la plantilla arbitral de cara al próximo curso en Primera división. El balance es claro: tres colegiados ascienden desde Segunda, tres descienden y uno, pese a superar el límite de edad habitual, continuará en la categoría.
Los árbitros que debutarán en la élite la próxima campaña serán Galech Apezteguia, Sesma Espinosa y Guzmán Mansilla. Se trata de tres nombres que han destacado de forma notable en LaLiga Hypermotion durante el último año. Galech Apezteguia ha sido reconocido como el mejor árbitro de la categoría, mientras que Sesma Espinosa dirigió la vuelta de la final del playoff de ascenso, una de las citas de mayor exigencia en el calendario arbitral. Guzmán Mansilla completa este trío de incorporaciones.
En el apartado de salidas, se confirman los descensos de González Fuertes, Melero López y Pulido Santana. Los dos primeros, ambos con 45 años, no han sido renovados por decisión del CTA al no encontrarse entre los colegiados mejor valorados del curso. Pasarán a formar parte del cuerpo específico de árbitros de VAR, desempeñando funciones técnicas en la sala de videoarbitraje.
El tercer descenso es el de Pulido Santana, que no ha superado los requisitos de evaluación técnica del comité y dejará su lugar en la plantilla de Primera. También pasará a ejercer funciones como árbitro VAR.
Un caso singular es el de César Soto Grado, quien, a pesar de haber alcanzado también los 45 años —edad habitual para la salida de la categoría—, ha sido renovado de forma excepcional. El CTA ha decidido prorrogar su permanencia, una medida que en el pasado ya se aplicó con árbitros como Mateu Lahoz y Del Cerro Grande, siempre que se justifique por motivos de rendimiento y experiencia.
Hacia un nuevo modelo de evaluación: Inteligencia Artificial y meritocracia
De cara al futuro inmediato, LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) estudian la implantación de un nuevo sistema para regular los ascensos y descensos arbitrales. La propuesta pasa por introducir la Inteligencia Artificial como herramienta principal para evaluar el rendimiento de los colegiados a lo largo de la temporada. Un comité de expertos analizaría los datos generados por esta tecnología, con el objetivo de otorgar calificaciones objetivas que sustituyan, al menos parcialmente, al criterio tradicional de la Comisión Directiva del CTA.
Además, se plantea suprimir el criterio de territorialidad, que históricamente ha buscado equilibrar la presencia de árbitros entre las distintas comunidades autónomas. Según esta nueva visión, lo que debe primar es la calidad individual y no el origen geográfico. Como ha defendido en varias ocasiones el presidente del Comité, Luis Medina Cantalejo, la prioridad es “que estén los mejores, independientemente de su procedencia”.
Los cambios anunciados y los que se están preparando apuntan a una transformación profunda en la gestión del estamento arbitral, con el objetivo de mejorar la transparencia, profesionalidad y meritocracia en una parcela cada vez más expuesta a la opinión pública.
