Nuevo caso en que una mascota deportiva está involucrada en acusaciones de acoso sexual, y en el que de manera indirecta aparece el nombre de Hugo Mallo. Recordemos que el ex del Celta, que actualmente juega en el Internacional brasileño, afronta cargos por abuso sexual contra la mascota del RCD Espanyol, la periquita, por los que habrá de comparecer ante el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona el próximo 11 de julio de 2024. En concreto, se le acusa de un presunto delito ocurrido el miércoles 24 de abril de 2019, momentos previos al inicio del partido entre el equipo blanquiazul y el Celta; la persona que ejercía el papel de mascota del equipo espanyolista presentó una denuncia contra el ex jugador celeste por un incidente de presunto abuso sexual en el terreno de juego mientras saludaba al acusado.
O Grenal lamentavelmente terminou num BO pra mim.
Importunação sexual pelo mascote do @SCInternacionalMais um dia a mulher querendo fazer seu trabalho no futebol e sofrendo com isso com alguns idiotas que são criminosos.
Vou até o fim pra que mais nenhuma mulher passe por isso pic.twitter.com/UVTtBaBpnR
— Gi Kümpel (@Gikumpel) February 26, 2024
Pues bien, ahora la mascota del actual club de Hugo Mallo, el Internacional, ha de hacer frente a acusaciones también de índole sexual. Todo, a raíz de que la periodista Gisele Kümpel presentase una denuncia contra el hombre que desempeña el papel de mascota del Internacional de Porto Alegre, donde milita el defensa español. La profesional de ‘Monumental’ explica como durante un partido contra el Gremio la mascota adoptó un comportamiento inusual y perturbador hacia ella. “Yo era la única mujer de ese lado del campo. Había otros periodistas, pero él solo me hizo eso a mí”, dijo la reportera, que afirmó ser destinataria de los gestos inapropiados realizados por la mascota, que incluyeron abrazos no deseados y movimientos que insinuaban un beso, lo que la dejó visiblemente afectada y preocupada por la situación: “Pude escuchar el chasquido del beso y sentir su sudor”, explicó Kümpel. El caso ha generado una enorme controversia en Brasil, y también ha abierto el debate sobre la gravedad de tales comportamientos y la necesidad de tomar medidas firmes para abordarlos adecuadamente.