El mercado de fichajes del Espanyol del pasado verano, que bajó la persiana el 1 de septiembre, hace hoy justo un mes, fue un auténtico sube y baja. Hubo de todo: salidas que dolieron, caras nuevas que ilusionaban, apuestas de futuro, veteranos con galones y hasta una renovación celebrada como si fuera un título, la de Javi Puado, que curiosamente pocas semanas más tarde genera críticas en algunos sectores de la afición. Ahora, con siete jornadas de Liga ya disputadas, toca mirar atrás y ver cómo han empezado a rendir los movimientos firmados por Fran Garagarza, y poner nota a la labor del director deportivo con algo más de argumentos.
El adiós a Joan y un vestuario en reconstrucción
Las despedidas empezaron pronto y no se frenaron hasta bien entrado julio. Lo de los cedidos que volvían a sus clubes era lo normal, pero la bomba estalló el 18 de junio: Joan García se marchaba al Barça pagando su cláusula. Al ser vía pago de la cláusula era imposible decir que no, pero para la grada fue un palo durísimo. A su marcha se sumaron nombres como Sergi Gómez, Oliván o Pacheco, piezas que habían sido parte del día a día del vestuario pero que claramente habían acabado su etapa como blanquiazules.
Renovaciones con sabor a título
En medio de tantas salidas, el club también supo retener a sus pilares. La renovación de Javi Puado hasta 2030 fue el gran golpe sobre la mesa: capitán, goleador, símbolo y bandera perica, pese a que algunos ahora cuestionan su rendimiento desde esa firma. También siguieron Cabrera, que vive curiosamente su mejor momento en la entidad, el propio Manolo González y, ya en septiembre, Antoniu Roca. Movimientos que dieron calma y recordaron a todos que este proyecto quiere crecer sin vender sus raíces.
Cómo van los fichajes tras siete jornadas; Dmitrović, la difícil misión de sustituir a Joan
Repasando uno por uno los fichajes de Garagarza, ciertamente a Marko Dmitrović le tocaba bailar con la más fea: sustituir a Joan. De momento, su media de goles encajados (1,4) se parece mucho a la del de Sallent (1,34). Se le ve seguro, aunque con un pero: bloca poco y rechaza demasiado. El debate sobre el gol en el Bernabéu aún colea: unos dicen que se quedó clavado, él asegura que no vio la pelota. Con todo, ordena bien el área y conecta con la defensa.
Riedel, el central sorpresa
Clemens Riedel llegó como apuesta de futuro y ya es presente. Titular en partidos importantes, frío en la marca, atento al corte y sin estridencias. No es de los que salen en todos los resúmenes, pero da mucha fiabilidad. Nadie se acuerda ya de Kumbulla, y eso es mucho decir.
Miguel Rubio, fiable y hasta goleador
Firmó libre y parecía que iba a salir cedido. Pero nada de eso: marcó en el estreno ante el Atlético, fue titular en Anoeta y siempre que sale cumple. Fuerte en los duelos aéreos y serio atrás. No es el más fino sacando el balón, pero como tercer o cuarto central, de lujo.
Carlos Romero, nivelazo y problema de futuro
Se amplió su cesión y ha empezado la temporada como un tiro. Corre, centra y defiende con carácter. El único problema es que pertenece al Villarreal y en junio todo indica que volverá a La Cerámica.
José Salinas, tapado por Romero
En pretemporada el ex del Elche dejó buenas sensaciones, pero con Romero a este nivel apenas ha jugado 19 minutos. Condiciones tiene, falta continuidad.
Urko, aún buscando su sitio
El Espanyol apostó fuerte por él tras su cesión, pero todavía no está al nivel que mostró el año pasado. El sistema de juego del equipo ha cambiado, y lo nota. Tiempo necesita, porque calidad no le falta.
Pickel, un motor inesperado
Fichaje discreto que está resultando bastante útil. Corre, presiona, muerde y hasta se asoma al área rival. Con un perfil poco habitual en nuestro fútbol, le ha dado un punto de energía al centro del campo. De momento, va en la lista de aciertos de Garagarza.
Terrats, nervios de debutante
El corazón le va a mil porque es perico de cuna. Ha jugado poco (cinco partidos, solo uno de titular) y se le nota con ganas de hacer demasiado en poco tiempo. Manolo ya lo ha dicho: calma, que llegará su momento.
Dolan, el fichaje que pedía la grada
Siete partidos, seis de titular, dos asistencias y un sinfín de carreras: Tyrhys Dolan es el extremo que llevaba años pidiendo el Espanyol: encara, rompe y genera peligro constante. Solo le falta decidir mejor en los metros finales.
Roberto, trabajo incansable
Compra estratégica y ya pieza clave. Ha marcado un gol y repartido tres asistencias. No es el nueve más fino de cara a puerta, pero pelea, asiste y se asocia. El típico jugador que hace mejores a los de su alrededor.
Kike García, el revulsivo veterano
A sus 35 años sigue oliendo el gol. Un tanto ante el Mallorca y mucha guerra cuando entra desde el banquillo. Ha fallado alguna clara, pero su oficio y experiencia suman.
Koleosho, la nota más baja
Apenas 38 minutos repartidos en dos partidos. Koleosho llegó en mala dinámica desde Inglaterra y aún no se ha enganchado. Es el que más tiene que remontar.
Hugo Pérez y Marcos Fernández, rodaje fuera
También hubo dos fichajes que ahora hacen méritos en la Hypermotion. Hugo Pérez, en el Huesca, apenas está teniendo minutos. Marcos Fernández, en el Ceuta, empieza a despuntar con goles y trabajo. Dos apuestas de futuro que siguen su camino.
Más piernas, más físico y menos dependencia
El equipo de este año es más variado: laterales que suben con criterio, extremos que desequilibran y delanteros de perfiles distintos. Falta que Urko y Terrats den un paso al frente y que Koleosho se enchufe, pero la base es sólida.
La nota a Garagarza
No lo tenía fácil. Con poco dinero, armó un bloque competitivo, ató renovaciones vitales y dio con varios aciertos claros (Dolan, Riedel, Pickel, Roberto). Quedan incógnitas, sí, pero el aprobado lo tiene de sobra. A día de hoy, un notable que puede crecer si algunas de sus apuestas terminan de explotar.


Miguel Rubio, fiable y hasta goleador










