Aproximadamente a las 19:13h de esta tarde el Espanyol daba por finalizado el mercado de fichajes de invierno. Tiempo habrá para hacer un balance más extenso de la labor del director deportivo blanquiazul Fran Garagarza, pero ya pueden sacarse algunas conclusiones, la principal, que se han visto realmente defraudadas las expectativas generadas a principio de mes cuando ya conscientes que el Espanyol necesitaba reforzar su plantilla para lograr el ascenso y que había un cierto margen salarial para hacerlo, no ha sucedido como en otros eneros en que teniendo un objetivo tan claro sí se hizo un esfuerzo importante. Garagarza, en su segundo mercado al frente del departamento, no se ha mostrado tan activo como el pasado verano, en que de todos modos presentó dos caras diferenciadas: la primera, en las salidas, firmó una serie de ventas con las que se ingresó una cantidad considerable de dinero por futbolistas que ya habían mostrado su voluntad de dejar la entidad ante su poca predisposición de jugar en Segunda, en LaLiga Hypermotion; la segunda, en el capítulo de llegadas, firmó a Pere Milla, Álvaro Aguado, Ramon Ramos, Salvi Sánchez, Keita Baldé y Víctor Ruiz, cuyo papel salvo las excepciones de Aguado y Milla, aunque el rendimiento de este último ha ido de más a menos, ha sido en la primera parte del campeonato muy mediocre. Además, uno de estos futbolistas, el brasileño Ramos, ha visto como se cortaba su cesión dado su lamentable rendimiento; procedente del Olympiakos para doblar la posición en el lateral izquierdo y poder alternarse con Brian Oliván, su papel ha sido muy pobre, sin ser nunca opción preferencial por encima del barcelonés, por lo que se ha considerado que lo más conveniente era buscarle una salida que además, liberase una plaza y supusiese un cierto ahorro. Precisamente una de las esperanzas del entorno perico era que este pobre papel de la mayoría de fichajes se remediase fichando en este invierno, pero los refuerzos han sido pocos: a última hora se decidía el regreso de Rubén Sánchez, que salió cedido al CD Mirandés el pasado verano, ante la lesión de Edu Expósito, gracias a una cláusula que constaba en su contrato de préstamo que facilitaba cancelar la cesión en caso de que algún futbolista de la primera plantilla sufriera una lesión de larga duración, como es el caso de Edu Expósito. Como ya avanzamos el pasado 17 de enero en ‘La Grada’, al final no ha habido fichajes.
Durante todo enero se han hecho infinidad de ofrecimientos de futbolistas interesantes que han sido descartados principalmente por motivos económicos, algunos de los cuales han acabado reforzando a otras entidades de la categoría, rivales directos del Espanyol en la lucha por una plaza para subir a Primera. Chen Yansheng, que para intentar evitar el primer descenso de su era sí hizo una enorme inversión con la llegada de hombres como RDT o Cabrera, y que hace justo un año, en una situación similar, también se rascó el bolsillo para traer a Fernando Pacheco, José Gragera y César Montes, ha cerrado esta vez el grifo a pesar de que recuperar la categoría perdida el pasado curso es clave para el futuro de la entidad. Luis Miguel Ramis pidió jugadores “con hambre” para completar la plantilla con piezas que se adaptasen a su libreto, pero la austeridad del club decretada por Chen Yansheng, que tras frustrarse la operación de incorporación de Marc Mateu al Eldense ha ordenado bajar definitivamente la persiana, y también la incapacidad de los responsables de llevar a cabo esa petición han impedido que su deseo se cumpliese. Hay un dato demoledor que habla de esta situación: el Espanyol es junto al Girona el único club del fútbol profesional que no ha hecho ningún fichaje.