El RCD Espanyol vuelve a protagonizar un capítulo oscuro en su historia reciente. La eliminación en la segunda ronda de la Copa del Rey a manos del Barbastro, un equipo situado en zona de descenso de su grupo de Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol nacional, desataba anoche una ola de indignación y frustración entre la afición blanquiazul. Un rotundo 2-0 en contra que dejó en evidencia las carencias de un equipo que parece desmoronarse en todos los ámbitos. La Grada Ràdio, en su emisión de hoy, ha analizado con crudeza lo que ya se considera un ridículo histórico.
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— LA GRADA (@lagradaonline) December 4, 2024
Una imagen lamentable
En la tertulia se coincidió en señalar que el partido en Barbastro no fue un accidente, sino el reflejo de un Espanyol que, tanto en el césped como en los despachos, ha tocado fondo. No se ha ahorrado en críticas hacia un grupo de jugadores que ofreció una actuación indigna para el escudo que defienden y no es solo que no compitieran; es que parecían desbordados por un equipo que está tres categorías por debajo.
El papel del técnico, Manolo González, también fue objeto de debate. Aunque había contado recientemente con el apoyo de la grada tras el empate ante el Celta, su imagen ha quedado innegablemente tocada. Es cierto que la plantilla es limitada, pero lo de ayer también es responsabilidad suya. Además, en la rueda de prensa posterior debería haber pedido perdón y perdió la oportunidad de ponerse al lado de la afición perica, esa que sólo unos días antes coreó su nombre desde la grada del RCDE Stadium.
Chen Yansheng, el gran señalado
La Junta General de Accionistas de hoy, en la que se han presentado pérdidas y deja un futuro incierto para la entidad, parecía el escenario perfecto para que la directiva diera explicaciones tras el bochorno. Sin embargo, el propietario Chen Yansheng apareció, una vez más, a través de una pantalla, aumentando las dudas y la distancia emocional con la afición perica. La Grada Ràdio no dudó en calificar su gestión como la raíz de todos los problemas. El propietario es el máximo responsable de este cúmulo de despropósitos: la falta de planificación deportiva, las decisiones equivocadas y su desconexión total con el club a todos los niveles nos han llevado hasta esta situación límite.
No escaparon de las críticas ni Mao Ye, el representante de Chen en Barcelona, ni Fran Garagarza, director deportivo del club. Sobre este último, se señaló su incapacidad para construir una plantilla competitiva: con este equipo no se puede aspirar a nada, y lo de ayer en la capital del Somontano es una evidencia más.
Un vestuario, en el ojo del huracán
Tampoco los jugadores salieron indemnes. Su actitud no fue la adecuada. Por mucho que anoche se intentase justificar la debacle diciendo que no hubo falta de actitud, no se puede salir así a un partido, ni siquiera contra un equipo de cuarta categoría, se ha comentado. La Grada Ràdio dejó claro que la derrota no es solo un problema táctico, sino también de compromiso y orgullo por la camiseta.
¿Más cerca del fin de ciclo para Manolo González?
La figura de Manolo González, hasta ahora respaldada por buena parte de la afición, podría tambalearse. Garagarza, en búsqueda de justificaciones para un cambio en el banquillo, podría utilizar la debacle de Barbastro como excusa y parece claro que si los resultados no cambian será en las próximas semanas.
Un club a la deriva
La tertulia concluyó con un sentimiento de cierta desesperanza. El Espanyol no solo ha perdido en Barbastro, ha perdido su dignidad, y lo peor es que no parece haber nadie dispuesto a asumir responsabilidades reales para enderezar el rumbo.
En este contexto la afición blanquiazul, una vez más, queda como la gran víctima de un proyecto que parece diseñado para fracasar. Ahora, el futuro inmediato pasa por recuperar el orgullo y al menos intentar salvar una temporada que ya apunta a ser otra pesadilla más en la era Rastar.