Se acabó lo que se daba. Brian Oliván tiene los días contados en el Espanyol y, aunque lógicamente todavía no haya comunicado oficial, lo suyo es un adiós de manual. De esos que no hace falta ni anunciar porque todos lo ven venir. El lateral izquierdo, que llegó hace tres temporadas, pondrá punto y final a su etapa en el club perico cuando termine el curso. ¿La razón? Pues que la cláusula que tenía en su contrato para renovar automáticamente ya es misión imposible.
El acuerdo era claro: Oliván tenía que jugar al menos 45 minutos en 20 partidos para activar esa renovación. Pero a seis jornadas del final, Brian solo ha cumplido en 13. Y lo peor es que sigue lesionado, así que ni de casualidad va a llegar a los números. Todo apunta a que no volverá a vestir la blanquiazul en lo que queda de temporada.
Y aunque este final suene un poco frío, la verdad es que todos lo veíamos venir desde hace tiempo. Oliván no juega desde el pasado 25 de enero. Sí, ha tenido problemas físicos, ahora está con molestias en el sóleo, pero la sensación general es que en el club ya habían pasado página con él. La prueba más clara es que el Espanyol está dispuesto a pagarle al Villarreal para que Carlos Romero, el cedido, pueda jugar cuando se enfrenten. El rendimiento de Romero, al cual se desea retener el próximo curso, ha sido tan alto que no les ha importado aflojar la pasta.
Por si fuera poco, desde hace semanas Roger Hinojo, el lateral del filial, viene entrando en las convocatorias para cubrir cualquier susto. Vamos, que espacio para Oliván ya no queda. El camino estaba marcado y solo faltaba poner la fecha en el calendario.
El paso de Brian Oliván por el Espanyol ha sido como esas pelis que empiezan fuerte pero luego se desinflan. Su primera temporada fue top: 30 partidos en Primera, 7 asistencias… No está nada mal para un lateral. Aunque, claro, no pudo evitar el descenso. En Segunda siguió siendo importante: 33 partidos y 3 asistencias. Pero esta temporada la cosa ha cambiado. Entre lesiones y el empuje de Romero, su protagonismo se ha ido apagando. Ha jugado 17 partidos de Liga, pero solo en 12 ha pasado de los 45 minutos. Eso sí, entre la jornada 10 y la 21 volvió a ser titular y parecía que recuperaba su sitio, pero una inoportuna lesión ante el Sevilla lo mandó al banquillo… y Romero aprovechó la oportunidad sin soltarla.
Así que, aunque no haya confirmación oficial, la marcha de Oliván es un secreto a voces. Y el Espanyol se puede quedar con un problemón en el lateral izquierdo. Porque con la salida de Brian si no se logra que Carlos Romero se quede, tocará moverse bien en el mercado, porque esa banda izquierda puede quedar huérfana.
Fuente: AS
