Con el Leganés – Espanyol del domingo en el horizonte, Carlos Romero ha pasado hoy por la sala de prensa de la Dani Jarque para valorar el momento del equipo y lo que se viene. Un partido que no va a ser nada sencillo, por mucho que la tabla diga que los de Butarque están tocados. Precisamente por eso, y porque se juegan buena parte de sus opciones de seguir en la categoría, el Espanyol es consciente de que el rival saldrá con todo.
Carlos Romero ha mostrado el tono prudente habitual en el vestuario perico en este tipo de situaciones: respeto por el rival y confianza en el trabajo propio. Con un derbi a la vuelta de la esquina, el equipo no quiere distracciones ni ruidos de fondo: la cabeza está en Butarque, y el objetivo sigue siendo el mismo desde que empezó la temporada, sumar puntos para asegurar la permanencia cuanto antes.
La intervención del joven lateral ha reflejado el sentir general de un grupo que, más allá de los altibajos, ha demostrado capacidad para competir en escenarios difíciles. Y Butarque, sin duda, lo será. Un campo caliente, un rival herido y tres puntos que pueden valer la salvación matemática.
En unas horas marcadas por el KO europeo del Barça y los nervios que empiezan a florecer en la parte baja de la clasificación, Carlos Romero ha puesto el foco donde toca: en el próximo partido. Lo demás, ya llegará.
Lejos de alarmismos, el lateral izquierdo dejó claro que en el vestuario se respira serenidad pese a las dos últimas derrotas ante rivales de zona alta. “Estamos tranquilos, venimos haciendo una segunda vuelta muy buena. Los dos últimos partidos hemos jugado de tú a tú a equipos Champions”, afirmó, convencido de que el camino es el correcto.
El discurso de Romero es firme, pero sin esconder autocrítica. Reconoce que se escaparon puntos por detalles, pero insiste: “Vamos a Leganés a cerrar la permanencia cuanto antes. Queremos sumar de tres en tres en el máximo de puntos que quedan y ver hasta dónde llegamos”.
En ese sentido, el defensa fue especialmente claro al valorar el estado de ánimo general tras el partido ante el Betis: “Si no estamos tranquilos estando a siete puntos del descenso, es un problema de la gente”. Para Romero, el equipo ha rendido bien y no hay motivos para el dramatismo: “Ni mucho menos alarmarse. Hemos sumado muchísimos puntos en la segunda vuelta”.
También tuvo palabras para Roger Hinojo, con quien compite por el lateral izquierdo: “Es un jugador muy joven, de los que me gustan: le gusta tener el balón, asociarse, con buenas conducciones. Tiene un talento increíble”. Romero recordó que curtirse en categorías profesionales es parte del crecimiento: “Tiene que curtirse como todos nosotros”.
Preguntado por su futuro, dejó claro que no es momento de pensar más allá del presente: “¿Si hay opción de que me quede? Es algo que llevan mis agentes y el Villarreal. Es verdad que ha habido contactos pero no quiero meterme en eso”. Asegura estar “muy feliz aquí”, pero quiere centrarse en cerrar la permanencia antes de pensar en qué vendrá después.
También valoró la figura de Marash Kumbulla: “Es un jugador muy importante desde el primer día. El idioma lo aprendió superrápido, es muy cercano y querido, es un peso pesado por la importancia que tiene”.
Sobre el posible cierre de grada por los incidentes ante el Betis, confesó que el vestuario nunca lo vio como algo probable: “Lo vimos, pero imaginábamos que no podía pasar nada, porque tampoco fue gran cosa”. Agradeció que finalmente se permita jugar el derbi con público: “Sentir a nuestra afición en casa es muy importante, cada vez que están cerca nuestro somos mejores”.
Y aunque el derbi ante el Barça está en el horizonte, Romero no quiere mirar más allá del domingo y evita la etiqueta de posibles jueces del título: “La Liga no se juzga por un partido. Nosotros sólo pensamos en Leganés y el jueves volver a sumar otros tres puntos”.
Sobre aquel duelo tan tenso del curso pasado en Segunda ante el Leganés, reconoció que hay ganas: “Lo hablaba esta mañana con Omar, que se pierde el partido. Tenemos ganas, pero sobre todo de conseguir la permanencia cuanto antes”.
En lo personal, explicó su evolución defensiva con naturalidad: “Lo primero era darme cuenta de la categoría donde estaba, de que no todo era bonito con balón”. Agradeció el trabajo del cuerpo técnico en su crecimiento: “He tenido muchas sesiones de vídeo y de correcciones”.
Y, por último, pidió realismo ante las expectativas que a veces se generan desde fuera: “Sabíamos de dónde veníamos, de una primera vuelta en que no estábamos ni orgullosos ni contentos”. Y lanzó un deseo que resume bien el momento del equipo: “Sumar cuanto antes y disfrutar con nuestra afición sin estar con ese miedo de qué va a pasar”.