Último amistoso del verano y última oportunidad para que los jugadores del Espanyol mandaran un mensaje claro antes del estreno liguero ante el Atlético. En Newcastle, en un St. James’ Park imponente y con aroma a Champions, Carlos Romero atendió a los medios oficiales del club y a La Grada para valorar un empate que, como él mismo dijo, pone justicia y permite acabar con mejor sabor de boca.
El lateral, que se mostró satisfecho con la imagen del equipo, dejó claro que la evolución respecto al año pasado es evidente: “El equipo ha competido de tú a tú, sabíamos que era difícil venir aquí, es un equipo de Champions con grandes jugadores; el equipo ha competido, nos vamos con muy buenas sensaciones de esta pretemporada, nada que ver con el año pasado, nos sentimos muy sólidos y muy seguros, el equipo tiene confianza en lo que hace, veníamos a eso, a competir e irnos con buenas sensaciones e ir a por el Atlético de Madrid”.
Romero también aprovechó para subrayar que este Espanyol no vive del concepto de “once titular” cerrado, sino de una plantilla más amplia y preparada para dar el salto de calidad: “Este año el nivel de la plantilla ha subido, hay jugadores que pueden jugar perfectamente, no sólo hay once, eso va a dar más nivel a la plantilla; hay competencia sana, estamos unidos en el vestuario y eso nos hará mejorar a todos. Aquí no hay titulares, cada uno ha de apretar los dientes el fin de semana, intentar convencer al míster y jugar lo mejor que pueda”.
Sobre el mercado, fue tan realista como sincero: faltan refuerzos, pero no vale cualquiera. “Sabemos lo que nos falta, los jugadores somos conscientes, el cuerpo técnico también, los que fichan también. El club está haciendo lo posible por traer jugadores, sabemos que lo necesitamos pero hay que acertar, no hay que traer por traer, lo que venga ha de aportar muchísimo, hay mucha competencia y lo que venga ha de ser para mejorar”.
En la portería, el debate también está servido. Dmitrovic y Fortuño parten con opciones y Romero lo ve como algo positivo: “A Manolo le gusta que haya competencia en todos los sitios. Son dos porterazos, los dos. Va a ser una competencia sana, se van a pelear por jugar y el míster es el que decide”.
El marco no podía ser mejor. “Es un campazo, estábamos muy felices de jugar aquí, a todos nos gustaría jugar en Europa, ojalá algún día se cumpla”, confesó, antes de acordarse de una fecha que, para el espanyolismo, no es cualquier día, el aniversario de la muerte del eterno capitán Dani Jarque. “El equipo lo sabía, el día que significa para todo el espanyolismo, queríamos hacerle un homenaje y qué mejor forma que dedicarle un gol, seguro que nos estaba viendo, va dedicado también a su familia”.
Así, con un empate de mérito, buenas sensaciones y una dedicatoria muy especial, el Espanyol cerró su pretemporada mirando ya de frente a la Liga.