Ésta es la opinión de Juan José Caseiro tras el partido Real Valladolid – Espanyol, el primero del conjunto blanquiazul en la presente LaLiga EA Sports:
Patrón equivocado
Nunca me creí el llamado “síndrome de la hoja en blanco”, en el cual se justifica un bloqueo en la escritura. Suena a coartada para evitar manifiestos que te puedan dejar en evidencia, más ahora que cualquiera te recuerda lo mal que envejecen algunas palabras escritas. Y hoy era un día bueno para hacerlo, pero el enésimo mal partido de los nuestros merece dejar fe de ello.
Joan ya vio desde el suelo un gol que tenía otras cien formas diferentes de defenderlo.
La manía de copiar el fútbol de otros, llevó a Tejero a una salida de balón propia de Kimmich, Carvajal o Alexander-Arnold: ya saben cómo acabó la jugada, ¿no?; afrontó mal Sergi un tibio chut, haciendo una maniobra más propicia en disparos a bocajarro: ya saben cómo acabó la jugada, ¿verdad?; se salvó lo justo Omar, que quizá volverá sobre sus pasos de lateral; Cabrera ya ha puesto en marcha el contador de pases a ninguna parte, aunque todo sea dicho, fue el único capaz de sacarla y Romero, hoy D’Artagnan venido a menos.
A Gragera le pasó por encima el ritmo y Pol, no casa con el asturiano y reduce las posibilidades de que le veamos algún día hacer, lo que hizo en otras milis. A un metro de todo estuvo Milla, el hombre-casi cuando juega arriba: casi salta, casi pasa, casi remata, casi llega, casi, casi, casi …
La guerra se gana con puntería y Puado llevaba el objetivo torcido. Veliz se dejó la trompa y sacó una sobre la raya, dando la impresión de que pondrá la cabeza donde algunos no ponen ni el pie.
Ya saben que la famosa “gestión de los egos del vestuario”, trajo tarde los cambios: los cinco debieron entrar al descanso o antes. Král miró arriba y Cardona fue junto al checo, por sus movimientos, los que parecían más rápidos en la parsimonia generalizada. El que más puede crecer es Roca y Jofre hizo los slaloms correctos, pero no jugaba a banda cambiada. Aguado llegó tarde, quizá lo más seguro es que si hubiese llegado pronto, tampoco habría cambiado el destino.
¡Bienvenida primera, ya estamos aquí para placer de los más débiles! Cuesta creer como entierran el optimismo, el positivismo del aficionado que, aún viendo lo que hay, sigue pensando que estos chicos se dejarán el alma. Así que acabó lo que bien podría ser un folio en blanco. Dice el diccionario que patrón, es una serie de variables constantes, identificables y que se repiten de manera predecible. También dice sobre patrón, que es el que emplea a trabajadores. Pues venga, toca hacerlo. No lo dejen a la inspiración, esa que decía Picasso “que existe, pero te debe encontrar trabajando”. En el fútbol, trabajar es correr, luchar y combatir más que el rival. Y marcar.
