El caso Pedro Díaz, que enfrentó a Espanyol y Sporting de Gijón, se resolvía recientemente a favor de los intereses del club blanquiazul. Todo viene derivado del fichaje de Víctor Campuzano por el club asturiano en la temporada 2020-21. En ese momento, el Espanyol adquirió un derecho de tanteo en caso de que el conjunto asturiano traspasase a Pedro Díaz, una venta que finalmente se produjo hace dos veranos con destino al Girondins de Burdeos. El club perico denunció que no se le había permitido ejercer el derecho de tanteo, y finalmente decidió el Arbitraje de LaLiga impuso una sanción de pago de dos millones de euros.
Alejandro Irarragorri, presidente del Consejo de Administración del Sporting de Gijón, tras la presentación de las cuentas anuales del último curso y el presupuesto del presente ejercicio, comparecía ante los medios de comunicación para trasladar su versión de lo acontecido: “No hubo buena fe de la otra parte. En el juicio logramos reducir de cinco millones de euros a dos millones. Logramos que los árbitros se dieran cuenta que hubo mala fe de la parte contraria”. Durante sus intervenciones acerca de este conflicto, Irarragorri añadió que sí hubo llamadas previas a la venta, pero no una notificación formal. “Nosotros avisamos, tuvimos conversaciones previas y su traspaso estaba siendo público y notorio”.
