Este sábado, el Espanyol tendrá frente a sí a uno de los delanteros más letales de LaLiga en los últimos años: Cristhian Stuani. A sus 38 años, el uruguayo sigue demostrando que la edad no es un impedimento para ser decisivo, y su brillante rendimiento con el Girona no hace más que evidenciar el error estratégico que cometió el Espanyol hace siete años al no cerrar su regreso cuando tuvo la oportunidad de llevarlo a cabo una vez acabada su etapa en Inglaterra.
Stuani es el máximo goleador histórico del Girona, con 134 tantos, y ha sido una pieza clave en el club desde su llegada en 2017. Sin embargo, pudo haber sido nuevamente blanquiazul. Tras su paso por el Middlesbrough, el delantero uruguayo estuvo abierto a regresar al RCDE Stadium, donde en su primera etapa había dejado huella con 29 goles en 117 encuentros entre 2012 y 2015. A pesar de su crecimiento como goleador en el Espanyol, donde alcanzó su mejor registro con 15 goles en la temporada 2014-15, el club decidió no apostar por él en parte por su edad, un argumento que el de Tala ha desmontado en el curso de estos años en que ha brillado a gran nivel, adaptándose a las necesidades de su equipo.
Un verdugo habitual del Espanyol
Desde su llegada a Girona, Stuani no ha hecho más que agigantar su figura. En sus primeras dos temporadas en Montilivi, marcó 40 goles en LaLiga, consolidándose como uno de los delanteros más temidos del campeonato. Contra el Espanyol, en particular, el uruguayo siempre ha mostrado su mejor versión: le ha marcado seis goles en diez enfrentamientos, cuatro de ellos con la camiseta rojiblanca en derbis catalanes. Solo Getafe y Real Madrid han sufrido más dianas del charrúa (cinco cada uno), un dato que enciende las alarmas en el entorno perico
En Montilivi, Stuani ha demostrado ser mucho más que un goleador. Pese a vivir un descenso con el Girona en 2019, el uruguayo apostó por quedarse en Montilivi renunciando a otras opciones deportiva y económicamente más atractivas y lideró al equipo en su camino de regreso a Primera división, anotando 65 goles en tres temporadas en Segunda. Su compromiso y liderazgo le han llevado a ser ya una leyenda viva en Girona, logrando incluso hacer realidad el sueño de debutar en la Champions League esta temporada, un registro que será difícil repetir y que enfatiza la importancia de la figura de Stuani en este club.
El mejor suplente de la historia de LaLiga
Aunque su papel ha cambiado con los años, Stuani sigue siendo crucial para el Girona. Esta temporada, suma cuatro goles en nueve partidos de LaLiga, todos ellos saliendo desde el banquillo. Con 29 tantos como suplente, Stuani es ya el mejor revulsivo de la historia de la competición, superando a leyendas como Julio Salinas. El curso pasado ya demostró su capacidad para influir decisivamente en los resultados de su equipo a pesar de contar con menos minutos, terminando la temporada con 14 goles y tres asistencias en solo 1.218 minutos, lo que supone una participación directa en un gol cada 71,6 m. Unas cifras para enmarcar.
Pese a ello, su actitud se ha vuelto ejemplar ya que ha asumido su nuevo papel en el vestuario y eso en el de un club de Champions, tiene un valor particular. Stuani ha aceptado su rol secundario de la mejor forma, siendo el líder que siempre ha sido pero con madurez suficiente para ceder el protagonismo a otros compañeros.
Una decisión que pesa en el Espanyol
La trayectoria de Stuani con el Girona no puede evitar generar preguntas en clave blanquiazul. ¿Qué habría pasado si el Espanyol hubiera apostado por su regreso? Cuando aún estaba en Inglaterra y el equipo que entonces dirigía Quique Sánchez-Flores se encontró con la necesidad de reforzar la plantilla en el mercado de invierno, estuvo sobre la mesa el retorno del delantero del “Boro”, que o estaba teniendo los minutos que esperaba y se dejó querer públicamente; posteriormente, también se le intentó repatriar en verano de 2017, pero el movimiento de los responsables blanquiazules llegó tarde. En 2019, ante los problemas en ataque –Wu Lei, Calleri, Matías Vargas o Campuzano no estaban dando el rendimiento deseado- por lo que se planteó la posibilidad del retorno del uruguayo, algo que finalmente no se hizo realidad. Más recientemente, en el 2020, también se volvió a especular con ese regreso aprovechando que el jugador quedaba libre al no lograr el Girona el retorno a Primera, posibilidad una vez más frustrada. Su calidad ha estado fuera de dudas estos años en la élite y su capacidad goleadora habría podido marcar la diferencia en el RCDE Stadium; en tiempos de incertidumbre deportiva y económica estas oportunidades perdidas, con el paso del tiempo, cobran un peso difícil de ignorar.
Este sábado, en Montilivi, el Espanyol se reencontrará con su viejo conocido, pero lo hará como rival. Stuani, la amenaza que el Espanyol dejó escapar, tendrá una nueva oportunidad de mostrar por qué es historia viva de LaLiga y una auténtica pesadilla para los pericos.
