La contracrónica del Mallorca – Espanyol, por Juan José Caseiro:
Mismo Del Cerro, diferente collar
14 reglas tenía el reglamento original del fútbol, creado en la taberna Freemasons de Londres, allá por el 1863. Los encargados del redactado hoy se están removiendo allí donde estén, viendo como la liga española, es el mayor caladero de vergüenzas arbitrales, con el respaldo de gran parte de la prensa, hasta convertir el fútbol en un espacio tan podrido, que apesta.
Ya no hay palabras en el diccionario para catalogar la última actuación del árbitro de VAR, de cuyo nombre no quiero acordarme. Un especialista en encontrar la aguja si el pajar es del Espanyol. Como ya no puede hacerlo desde el césped, lo mismo le da ayudarse de un Manzano, que de un Quintero, de perfecta rima con cuatrero.
¿El análisis? De la escasez conocida estábamos obteniendo petróleo, donde en el tono plano general, pocos nombres destacaron del suficiente como nota: quizá Cabrera, puede que Urko. Otro cantar fue lo de Joan; a estas horas De la Fuente debería estar rompiendo la terna de porteros de la última convocatoria, para reconocer que el de Sallent, es hoy el mejor cancerbero español del campeonato.
Fueron cuatro penaltis pitados y tres se lanzaron. Todos contra el mismo objetivo. Por mucho menos del que recibió Jofre, se pitó el de Abdón, con la agravante de que una vez fallado, se mandó repetir una pena máxima que nunca había existido. Recuerdo hoy ser pioneros en la revisión de un penalti con la jugada en marcha. Fue en Girona, hace un tiempo. Conducía Rosales.
Dos años después de aquel escándalo de Mestalla, vuelven contra nosotros, los árbitros a las andadas. Tras el parón vendrá el Atleti, recordatorio de aquel duelo del no-gol, que hasta un juez reconoció el perjuicio que nos había creado. Hace unas semanas nos tragamos una campaña en la que pedían ‘RESPETO’ para el colectivo. Increible. Hay quien comulga con esa rueda y mientras, a nosotros, nos sigue tocando ‘el mismo Del Cerro, con diferente collar’.
Juan José Caseiro
