Hay nombres que vuelven cada cierto tiempo como si el calendario los trajera de la mano. Cuando el Espanyol se asoma al abismo, uno de esos nombres es inevitable: Coro. Ferran Corominas. El héroe de aquella tarde de infarto contra la Real Sociedad, hace ya 19 años, que salvó al Espanyol del descenso con un gol en el último suspiro. Esta semana, su figura vuelve a escena. No solo por la memoria colectiva del espanyolismo, sino porque él mismo ha querido hablar. Y lo ha hecho en Mundo Deportivo, en una entrevista concedida a Anna Cordovilla que suena, más que a nostalgia, a convicción: “Confío cien por cien en este Espanyol”, asegura sin titubear.
El paralelismo es claro. Entonces, como ahora, el Espanyol se lo juega todo a una carta. Una final sin margen de error. Aquel gol de Coro se convirtió en símbolo. Y lo sigue siendo. “No lo recuerdo como una alegría porque sufrimos mucho y vivimos todas las emociones posibles. Nos veíamos en Segunda”, cuenta, con la sinceridad que dan los años. “Cuando pude marcar, lo celebramos mucho. Pero al entrar al vestuario estábamos todos destrozados… muertos por haber sufrido tanto”.
Coro no quiere que el sábado se repita esa angustia. Ni para los jugadores, ni para la afición. Lo deja claro: “Espero que no se llegue a esta situación el sábado pues sufriríamos mucho todos”. Lo ideal, para él, está claro: marcar pronto, resolver antes del descanso y no depender de lo que ocurra en Butarque. “Mejor encarrilarlo en la primera parte con uno o dos goles. Ojalá no se esté sufriendo hasta el final. Lo mejor, que marquen tres diferentes del Espanyol, no solo uno. Un 3-0 y todos ya tranquilos”.
Y sí, hay quien ha insinuado que Diego Martínez podría buscar revancha este sábado. Coro lo descarta: “No creo que busque revancha. Los equipos por dignidad quieren ganar. Además, habrá jugadores de la UD Las Palmas que acaban contrato y querrán gustar a otros clubes. No creo que sea un partido fácil, pero se ha de notar que el Espanyol se juega la salvación”.
Sobre la temporada, Coro no esquiva el análisis. Habla con franqueza, sin dramatismos ni excusas. “Ha sido una temporada con muchos altibajos. Con Manolo el equipo está muy implicado y no se le puede decir nada en cuanto a ganas y estar siempre a tope. Pero los resultados, a veces, no han sido los esperados”. Reconoce que hubo un momento en que parecía que la salvación ya estaba en el bolsillo, incluso se hablaba de mirar hacia Europa. Y ahora, otra vez, todo en juego.
También mira al futuro. Y aquí no se anda con rodeos: “Joan García ha sido el gran jugador de la temporada en el Espanyol. Ha sido un espectáculo. Pero creo que será muy difícil que se quede. Tiene mil ‘novias’ y es un porterazo. Será una pena si se va”. Coro sabe que el verano será clave. Y que si se van piezas importantes, habrá que construir de nuevo, con cabeza y con base. “Sacar buenos jugadores de la casa que puedan emular a Joan, Puado…”
Pero lo más importante, para él, es que el equipo crea. Que no se deje atrapar por el miedo. “Sólo les diría que sigan con confianza, implicados y que salgan con muchas ganas. Y a la afición que confíe en el equipo. Son jugadores que lo dan todo y se ha visto”. Porque si algo tiene claro Coro, es que este Espanyol —el de hoy— también puede tener su propio héroe. Aunque no se apellide Corominas.
El pronóstico, por si alguien dudaba de su fe, es claro: “Tener un 2-0 en el descanso y un 3-1 al acabar el partido”. Ojalá se cumpla. Y ojalá esta vez, al acabar el partido, el vestuario no esté destrozado, sino aliviado. Porque su gente se lo merece.
Fuente MD
