Han pasado ya 16 años. Dieciséis. Y aún hoy sigue doliendo. Aquel 8 de agosto de 2009, el espanyolismo perdió a su capitán, pero no su esencia. Porque Dani Jarque, más que un futbolista, fue -y es- un símbolo, un sentimiento que atraviesa generaciones. Un recuerdo que no se borra. Un número que, desde entonces, dejó de ser solo eso: un número.
Coincidiendo con este aniversario, la agencia Magic Players, que representaba al propio Jarque -y que hoy sigue llevando con orgullo su memoria a través de su gente, con Màgic Díaz al frente- ha publicado un vídeo cargado de emoción, respeto y verdad. Y lo ha hecho con la voz de uno de sus representados: Ramon Terrats. Un futbolista que, además, conoció a Dani cuando era apenas un niño.
8 de agosto. El recuerdo de Dani sigue intacto, hoy y siempre.
Gracias, Ramón Terrats, por darle voz a su legado. pic.twitter.com/XMR49bXoIK— Magic Players (@magicplayers21) August 8, 2025
“8 de agosto. El recuerdo de Dani sigue intacto, hoy y siempre. Gracias, Ramon Terrats, por darle voz a su legado”, se puede leer en el mensaje que acompaña la publicación. Y sí, es justo eso: una voz que no solo habla, sino que emociona.
Terrats, que este año se ha ofrecido para portar el dorsal 21 -a pesar de no ser canterano del Espanyol, condición habitual para quien lo luce-, pone palabras al sentir de todo un colectivo, y lo hace con un texto que no necesita adorno. Que va directo al alma:
“El 21, un número que con el tiempo, dejó de ser sólo un dorsal. Hoy es especial. Icónico. Quien lo lleva, sabiendo lo que significa, lo siente de una forma única, cada jugador, a su manera. Algunos pasaron por el Espanyol y sin esperarlo, el 21 se volvió suyo. Otros lo eligieron por lo que representa. Pero todos lo llevan por respeto porque el 21 no es cualquier número: es herencia, es recuerdo, es un gesto que habla sin palabras. No importa el estadio, la Liga o el país. Cuando un jugador se pone el 21 está contando una historia. La historia de un futbolista que dejó huella más allá del campo. Esa es la verdadera fuerza de un legado. Un número que sigue vivo. Que sigue corriendo. Que sigue siendo de todos los que lo sienten. El 21.”
No hay mucho más que añadir. Porque cuando un número cuenta una historia, solo queda escuchar. Porque mientras alguien recuerde a Dani, él seguirá aquí. En cada camiseta. En cada canterano. En cada estadio donde se vea un “21” con alma. En cada gesto de respeto. Porque Jarque no se fue: corre con nosotros. Siempre.