El Espanyol B volvió a pinchar en casa, esta vez ante el Gavà (1-2), en un encuentro el que mereció puntuar. El equipo estuvo casi todo el partido con un hombre menos por la expulsión de Lluís López antes del cuarto de hora de juego; el central se fue a los vestuarios antes de tiempo por hacer caer a Boris dentro del área. El delantero azulgrana no falló desde los once metros, pero el filial siguió insistiendo y encontró el premio del gol a diez minutos del final por medio de Cristo. La alegría duró poco ya que, en una jugada aislada,Boris remató a gol un centro lateral desde la banda derecha e hizo subir al marcador el 1-2 final.
A pesar del resultado, David Gallego aseguró en la rueda de rensa posterior al encuentro estar muy orgulloso de su equipo. “Al equipo le doy un diez. No ha merecido este resultado para nada”, declaró el entrenador del filial, convencido de que, si siguen así, irán “hacia arriba”.
El equipo llevó todo el peso del duelo ante el Gavà, pero Boris Garròs marcó la diferencia. “Hemos dominado todo el partido, las hemos tenido, hemos generado, nos han generado poquísimo. Pero tienen a Boris, que ahora está en estado de gracia porque la toca con la oreja y es gol; nos ha tocado a nosotros y nos ha penalizado muchísimo”. Del mismo modo que la temprana expulsión de Lluís al tratar de evitar el remate del propio Boris cuando encaraba solo a Andrés después de un balón largo. “Un error nos ha penalizado mucho”.
El próximo sábado, el Espanyol B visita el feudo del líder, el Barcelona B, a partir de las 18.30 horas. Toda una prueba de fuego en la que, si el equipo consigue un resultado positivo, puede marcar el inicio del despegue del filial.