Ya prepara su regreso a la competición el Espanyol B tras descansar esta pasada jornada. Los de José Aurelio Gay visitarán a un L’Hospitalet que tampoco ha jugado este fin de semana debido a que el rival ante el que se tenía que enfrentar, el Llagostera, ha tenido hasta dos jugadores positivos por COVID-19 y la plantilla ha tenido que aislarse. Lo harán el sábado a partir de las 18.30 horas, en un encuentro al que los blanquiazules llegan en una gran forma tras haber sumado cuatro puntos de seis posibles con la plantilla más joven de las últimas campañas. El equipo espanyolista promedia 19,63 años, casi uno menos que el pasado curso.
A la media de esta campaña solo se le acercan las de las temporadas 2016-17 y la siguiente, en las que se descendió a Tercera división y se recuperó la categoría. Estas tres temporadas son las únicas de la última década en la que el promedio ha bajado de los 20 años, y gran parte de culpa de que ello ocurra la tienen los futbolistas en edad juvenil que han formado parte de dichas plantillas a todos los efectos. Este curso contamos a tres: Omar El Hilali, de 17 años, Lluís Recasens, de 18, y Gori, también de 18, e incluso la cifra podía haber bajado si contáramos a dos futbolistas que han sido convocados en los dos encuentros de competición disputados hasta el momento, Iker Piedra (18 años) y Roger Martínez (16 años). El meta lo ha hecho debido a la ausencia de Joan García por estar con el primer equipo y el mediocentro simplemente porque gusta mucho a los técnicos del filial, aunque ambos forman parte del Juvenil A. En las otras temporadas citadas, los juveniles que estuvieron con el equipo fueron Álex Bermejo y Pipa en la del descenso, mientras que en la 2017-18 formaron parte del filial Víctor Gómez y Pol Lozano.
Un filial puro
Pero no solo los juveniles hacen que sea la plantilla más joven de los últimos años, sino el hecho de que no haya ‘veteranos’. Solo tres jugadores –Álex Salto, Ricard Pujol y Juan Camilo Becerra– superan los 21 años de edad, algo que en las últimas diez temporadas solo ha sucedido en la 2017-18 y en la 2013-14. La otra cara de la moneda la encontramos en el curso 2012-13, cuando hasta 12 jugadores superaban la edad comentada. Por suerte, eso ya es pasado y el filial vuelve a ser lo que nunca tenía que haber dejado de ser: un filial.