La mejoría en defensa del filial perico -dos partidos seguidos sin encajar- contrasta con el frenazo que han sufrido los de David Gallego en los últimos metros. El equipo suma dos jornadas sin ver puerta y solo ha anotado un gol en sus últimos cinco compromisos, el cual llegó desde los once metros. Es más, de las últimas cuatro dianas blanquiazules, tres de ellas han llegado de penalti. El Espanyol B, que en la jornada 10 era el segundo máximo goleador de la campaña con 17 dianas, se ha visto superado por varios conjuntos en esta faceta. “Necesitamos que arriba los jugadores acaben de soltarse y tengan más frescura”, señaló David Gallego tras el encuentro del pasado fin de semana ante el Ebro.
La situación ha dado un vuelco inesperado ya que en las primeras jornadas sucedía todo lo contrario a lo que ha ocurrido, al menos, en los dos últimos compromisos. A comienzos de campaña el equipo se caracterizaba por su fortaleza en ataque y su fragilidad defensiva; ahora, los espanyolistas han cerrado la portería y les cuesta un mundo abrir la contraria, a pesar de que oportunidades no les faltan. La pasada jornada, varios jugadores se atrevieron a probar lo que pedíamos desde estas páginas, más tiros lejanos, puesto que de los 18 goles que ha logrado el filial en competición liguera solo uno ha llegado desde fuera del área. Y chutar desde lejos es una gran opción para acabar con esta sequía, sobre todo viendo los grandes lanzadores que tiene el equipo. Todos recordamos el golazo que anotó Iago en la vuelta de la final por el ascenso ante el Compostela.
La retaguardia, en forma
Es el aspecto positivo del equipo, que no mantenía la portería a cero dos jornadas seguidas desde las dos últimas de la pasada campaña. De esta manera, el filial ha cortado la sangría de goles encajados, hasta seis en las tres jornadas anteriores a los dos empates consecutivos conseguidos en la Dani Jarque. Ahora, el objetivo del equipo es mantener la puerta a cero lejos de casa, algo que esta temporada todavía no ha conseguido; siempre ha encajado a domicilio. Lo positivo, que de las siete salidas que ha efectuado este curso, solo se ha quedado sin marcar en dos, aunque tan solo ha logrado la victoria en una. El siguiente paso es, sin duda, equilibrar las fuerzas entre la defensa y el ataque; que ambos vayan de la mano. De este modo, llegarán los resultados y el equipo encontrará la regularidad.