Pase lo que pase en el duelo de hoy a las 12 horas en la Dani Jarque frente al Villarreal B, la campaña del filial perico seguirá siendo igual de buena, pero lo que sí es cierto es que si los jugadores quieren un premio gordo a nivel clasificatorio como es la disputa del play-off de ascenso, deben vencer. Conociendo a David Gallego, indudablemente el equipo luchará por los tres puntos más allá de lo que pueda significar en la tabla, pero es obvio que para un futbolista el poder pelear por objetivos ambiciosos es muy atractivo. Y los futbolistas del Espanyol B lo saben. Con seis puntos menos que un filial amarillo que se encuentra en cuarta posición, el partido ante los de Miguel Álvarez es crucial de cara al objetivo final del equipo. Restan siete jornadas para la conclusión del campeonato regular y las opciones de jugar por el ascenso a Segunda División A permanecen intactas. Y los espanyolistas esperan que sigan así tras el duelo.
No estarán Álex Salto, que sigue lesionado, ni Nil Jiménez, con molestias en el tobillo. Pau Salvans sigue trabajando en su recuperación tras la grave lesión que sufrió. Por contra, David Gallego podría contar con Lluís López, que ayer fue uno de los descartados por Rubi para el duelo ante el Girona, y recupera a Víctor Gómez y Álex Bermejo. Los dos estaban disponibles para el duelo de la pasada jornada ante el Ontinyent, pero el equipo se quedó sin jugar debido a la renuncia del cuadro valenciano a seguir compitiendo.
Regresar al triunfo
Sin contar la victoria sin bajar del autobús lograda la pasada semana, el último resultado del Espanyol B fue una derrota precisamente en la Dani Jarque ante el líder, el Atlético Baleares (0-2). Los blanquiazules, que en sus últimos encuentros como local dan una de cal y otra de arena, esperan sumar de tres para encontrar la regularidad frente a un equipo que en la primera vuelta le endosó una derrota por tres goles a uno. Tras una jornada sin competir y el mal sabor de boca que les dejó caer frente al primer clasificado, están con unas ganas locas de volver a jugar. Y, por supuesto, de ganar.
El actual Villarreal B se encuentra en un momento de forma muy diferente al de la primera vuelta. Si cuando el filial perico le visitó era el líder de la categoría y arrasaba allí donde pasaba, actualmente ve peligrar su sitio entre los cuatro primeros clasificados debido a sus resultados. No es que hayan sido malos, pero tampoco buenos: ocho de sus últimos diez encuentros han acabado en empate.
Pero que los amarillos empaten tanto quiere decir, por otra parte, que no pierden, con lo que será muy difícil derrotar a un equipo que sigue siendo uno de los gallitos de la categoría. De los últimos 16 encuentros solo ha conocido la derrota en tres de ellos, curiosamente todos ellos lejos de su terreno de juego y ante los tres rivales que tiene por delante en la clasificación: Atlético Baleares -el último en lograrlo hace tres jornadas-, Hércules y Cornellà. Además, el Villarreal B es un equipo con mucha pólvora y suma los mismos goles que el filial blanquiazul, 45. Se viene un partido entre dos de los mejores filiales de España que luchan por alargar su temporada más allá de la jornada 38.
