Decía Fran Navarro, coordinador del fútbol base perico junto a Álex García, en el balance del pasado verano que “llegar a finales, ganarlas, o alzarte con un título de liga siempre te da prestigio, pero eso no es una garantía de que vayas a sacar a más jugadores. Lo más importante es tener una estructura y un funcionamiento que te permita lograr los objetivo”. Y en su segundo año en dicha coordinación, parece que la situación en las categorías inferiores empieza a remontar un poco el vuelto tras el descalabro de la pasada campaña, equiparable a la 2013-14 con tan solo dos ligas. En esta ocasión, como ocurriera en la 2016-17, se ha doblado la cifra y son cuatro las que se han conseguido, pero lejos quedan las siete de la 2014-15. Pese a ello, esta situación contrasta con lo que precisamente valoraba Navarro, lograr que varios jugadores lleguen al primer equipo, y en este aspecto los dos últimos años han sido muy prolíficos en este aspecto en detrimento de lo que se han llenado las vitrinas de las oficinas de la Dani Jarque.
Títulos que se escapan por poco
Prosiguiendo con el análisis de lo que ha dado de sí esta temporada 2018-19 en los equipos del fútbol base, cabe destacar que, pese a que solo cuatro han terminado en primer lugar y con antelación -Cadete B, Infantil A, Infantil B y Prebenjamín-, han sido cinco los que terminaron en segunda posición, de los cuales tres quedándose a solo dos o tres puntos del que finalmente quedó campeón. Y es que tanto el Juvenil B, como el Alevín A y el Benjamín B llegaron a la última jornada teniendo serias opciones de campeonar, gracias a su regularidad y buenos registros, aunque no pudo ser. Y en este sentido también hay que hacer mención especial al Juvenil A de Moisés Hurtado, que pese a ser tercero acabó a solo dos del campeón tras una última jornada en la que pudo pasar de todo. Además, no hay que olvidar que también volvieron a disputar una Copa del Rey en la que se quedaron a las puertas de las semifinales. Por lo tanto, por poco, esta temporada que ha finalizado ha estado cerca de ser mucho más prolífica a nivel de títulos.
Analizando detalladamente las condiciones con las que se han proclamado campeones los cuatro equipos mencionados, vemos como tanto el Cadete B de Xavi Corominas y el Infantil A de Julián López de Lerma lo han hecho con cierta solvencia y dejando unos registros impecables en las dos áreas que también les han valido para ser los equipos más acertados de cara a puerta y los menos goleados. Y por lo que respecta al Infantil B de Erik Llorca y los más pequeños, el Prebenjamín comandado por Joaquín Illescas basaron su éxito en una férrea defensa, la mejor en sus respectivas categorías también.
Listón alto
Pero como ya es sabido durante una temporada no todo es la competición de la regularidad, también hay varias competiciones de prestigio que dan un valor añadido como puede ser el MIC, la Liga Promises o los Campionats de Catalunya. Y en este aspecto la entidad blanquiazul también ha dejado escrito su nombre. El Alevín A de Marc Parra ganó el MIC tras imponerse en la final al Barça por 2-3 en el mes de abril. Además también firmaron un gran papel en la Danone Nations Cup y recientemente se quedaron a las puertas de la gran final de la liga Promises. Mientras que en el Campionat de Catalunya el Espanyol volvió a demostrar la calidad de su cantera ganando todas las finales a las que llegó, que fueron cuatro. Por lo tanto hubo un póker gracias al buen hacer del Juvenil B de Luis Blanco, que le remontó la final al Barça; al Cadete A de Pol García, que se impuso al Cornellà por la mínima; al Infantil A liderado por Julián López de Lerma, que se impuso con solvencia al Girona firmando así el único doblete del fútbol base; y finalmente también ganó el Benjamí A de Albert Santiago goleando al Girona.