Los diversos equipos del fútbol base del Espanyol están, desde el pasado jueves, regresando a los entrenamientos de manera escalonada después de que el PROCICAT rebajara las restricciones. Los conjuntos de la cantera no entrenaban sobre el césped desde que se marcharon de vacaciones de Navidad, con lo que han estado tres meses sin verse presencialmente y realizando encuentros virtuales y entrenamientos por medio de diversas apps, así como trabajo desde casa por medio de ‘deberes’ que les han puesto a los jugadores todos los preparadores.
Los cadetes, el A con la novedad de Julián López de Lerma como nuevo entrenador, los infantiles, el A también Gerard Gil como nuevo míster, los alevines y los benjamines están, desde el pasado jueves, volviendo al trabajo progresivamente y cumpliendo todas las medidas sanitarias; primero lo hacen de manera individual y, más adelante, colectivamente. Mascarillas y geles hidroalcóholicos están a la orden del día, y los jugadores llegan a la Dani Jarque cambiados desde casa y se van nada más finalizar los entrenamientos. Además, los equipos de fútbol base femenino también vuelven hoy al trabajo.
El fútbol base del Espanyol vuelve a funcionar, aunque todavía le falta lo más importante, competir. De momento, y pese a que en otras comunidades autónomas ya se ha permitido el inicio de las competiciones, la FCF todavía no ha dado luz verde a la vuelta de las ligas y, si tarda mucho más, no habrá tiempo de realizar la campaña. De momento, el primer paso ya está dado. La mejor noticia será que todo empiece a ir sobre ruedas y que todo se normalice.