Uno de los equipos más difíciles de gestionar en el fútbol base siempre ha sido el Juvenil B. La mayoría de futbolistas que integran la plantilla de dicho conjunto son jugadores jóvenes que llegan del Cadete A, pero el Espanyol en las dos últimas temporadas estaba obteniendo resultados excesivamente malos para lo que se presupone a su nivel. Este curso parece que los de Javi Chica han volteado la situación.
Después de un comienzo de campaña regular con solo una victoria en las primeras siete jornadas -pero únicamente dos derrotas- que hacían pensar de nuevo en una temporada complicada, el Juvenil B se puso las pilas y encadena hasta siete jornadas consecutivas ganando, en las que únicamente ha encajado un gol y ha anotado 19.
El buen hacer de los Javi Chica, que la pasada jornada no jugaron al aplazarse su encuentro en el feudo de la CEF Gavà, ha hecho que el Espanyol se sitúe en segunda posición con 28 puntos, a dos del líder FC Barcelona B y empatado con el tercer y el cuarto clasificado, CE Mercantil y CF Damm B, aunque con un partido menos. Además, son el conjunto menos goleado del grupo 7 de Liga Nacional con siete tantos recibidos, la mitad que el siguiente, el citado Barça B.
Nada que ver la campaña del Juvenil B con la de la pasada temporada, en la que estuvo luchando por evitar el descenso hasta las últimas jornadas. O la anterior, en la que tuvo que salvar la categoría en la liguilla por evitar el descenso, en un modelo de competición que ideó la FCF (Federació Catalana de Futbol) tras la pandemia del COVID-19.
Esta jornada, el Juvenil B blanquiazul inicia la segunda vuelta en el feudo de la UE Figueres, conjunto que se encuentra en zona de descenso y que en la primera jornada liguera cayó en la CE Dani Jarque por un contundente 4-1. Un partido perfecto para continuar con la buena racha de triunfos.