Tras superar el primer tramo del Tourmalet, el Femenino A afrontará una pequeña tregua en el calendario, que puede ser un arma de doble filo, ante dos recién ascendidos. “Dos equipos de ‘nuestra’ liga”, como asegura el técnico Joan Bacardit.
A partir de mañana, ante el cuadro riojano, el conjunto perico debe encontrar un necesario punto de inflexión que le permita coger aire para cuando vuelvan los rivales exigentes. Sacar tres puntos de nueve ante tres equipos potentes no está nada mal, pero el equipo debe ser ambicioso e ir hacia arriba. En este sentido, el míster tiene muy claro que “hay que dar un paso al frente y firmar un buen partido que nos ayude a creer. A llenar los depósitos de confianza. Hay que reaccionar y espero que sea a lo grande, aunque soy muy consciente de los problemas que nos va a plantear el Logroño, que ha logrado sumar ante Valencia y Real Sociedad”.
Joan asegura que el equipo “es optimista y ambicioso. Tiene ganas de gustarse y volver a sumar para espantar fantasmas y evitar que haya nerviosismo. Estamos trabajando muy bien durante la semana y espero que eso se traduzca con un buen partido”. Pero si en algo ha de dar un paso al frente este equipo es en la faceta ofensiva. Pasar de la línea divisoria, generar ocasiones claras de peligro y ver puerta está siendo prácticamente una utopía, y así es complicado poder plantar cara. Por lo tanto, será clave poder destaparse arriba para ser más competitivos.
En las primeras jornadas al equipo también se le ha visto un tanto nervioso y precipitado, pareciendo que le pudiera la presión. Algo que Joan achaca “a la juventud que impera en el equipo, aunque es algo que confío que cambiemos en breve con el paso de los partidos. Poco a poco iremos ganando en confianza, si los resultados acompañan claro, y seguro que estando más sueltos veremos a un equipo muy distinto”.
En el apartado de efectivos, el preparador espanyolista, que quiere “ganar y convencer ante un rival que se cierra bien”, no podrá contar con Ayaki, Dulce ni Llompart por lesión, con Kath por ir con su selección y, por si fuera poco, Letti llega muy justa.