¡El Femenino B es de Reto Iberdrola! El conjunto perico se ganó a pulso un ascenso a partido único que de inicio fue plácido de lo previsto y se puso de cara muy pronto, pero en el que al final tocó apretar los dientes y sufrir tras encajar un tanto de penalti en el 81’ y acto seguido ver como le estrellaban un balón en la madera. Pero aguantaron el tipo y ganaron.
Pese a esos compases finales, en los que el duelo enloqueció y el Monte se vino más arriba que nunca, el Espanyol fue un auténtico rodillo que le dio pocas opciones a un cuadro cántabro espeso que no acababa de carburar. No acababa de sentirse cómodo, entrar en el duelo y por ello no era capaz de frenar a las pericas cuando salían en tromba en ataque. Y si a eso se le suma que ante puerta las espanyolistas estuvieron inspiradas y muy finas, eso propició que el resultado fuera favorable. Fuera el premio al trabajo realizado durante esta atípica temporada. Pero lo mejor de todo, más allá del ascenso a la segunda máxima categoría del fútbol femenino nacional es el talento que hay en el filial. ¡No las dejen escapar! ¡Hay jugadoras más que interesantes para el primer equipo!
Más que merecido triunfo tras un recital de buen fútbol y de juego colectivo de un equipo que, no exento de sufrimiento, ya que hubo varios momentos en los que le olió la prórroga, se rebeló ante tanta desgracias perica. Fueron la luz de una temporada para olvidar a nivel de club con el descenso del primer equipo masculino y la campaña de sus compañeras del A, que solo un milagro las salvó del descenso y por ende se les permitió a ellas jugar este play-off exprés.
Poco tardó el Femenino B en hacerse con el control del encuentro y en adelantarse en el marcador. Lidia, muy atenta, En el 5’ cazó un pase de la muerte por parte de Ari, que se marcó un jugadón por línea de fondo. No dejaba de avisar el cuadro perico, que se plantaba en las inmediaciones del área rival con mucha facilidad. Habían salido con el cuchillo entre los dientes; las cántabras no daban crédito. Se estaban viendo desbordadas y con apenas tiempo para digerir el primer gol en contra, Ana, con un buen lanzamiento de libre directo, en el minuto 11 estableció un 0-2 que hacía total justicia a lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. Aunque jugándoselo todo a un solo partido, este resultado no hizo que se relajaran. Quedaba mucho y podía pasar cualquier cosa. Así que no dejaron de prodigarse en ataque en busca de una mejor renta que no llegó antes del descanso. Pese a ello, las sensaciones eran infinita mente mejores para las blanquiazules, que estaban más cerca del objetivo después de una primera mitad en que Montse ni se vio inquietada, solo tuvo que intervenir en una ocasión, y en la que todo el equipo cumplió a las mil maravillas. Las centrales, rápidas, expeditivas y sirviendo buenos balones arriba, las laterales muy altas dando superioridad ofensiva, en el medio librando una gran batalla recuperando y distribuyendo y en ataque, directamente excelsas. ¡Cuanta pólvora tiene Cobacho arriba!
Monólogo
La segunda mitad se reanudó prácticamente con el mismo guion de los primeros 45 minutos. Con un Espanyol crecido, seguro de sí mismo y las ideas muy, muy claras. Pese a ello, el que estaba contra las cuerdas era el monte y por ello pareció dar un paso al frente en busca de meterse en el partido. Pero el Espanyol no le dejó. Siguió a lo suyo en todos los aspectos. Solvente atrás desbaratando opciones y arriba generando peligro constante. Y es que se rozó el tercero hasta en dos ocasiones.
Mandó el cuadro perico con mano de hierro. Se sentía cómodo, estaba bien plantando, la situación estaba controlada. Con el paso de los minutos, pese a que se movió banquillo, el desgaste empezaba a hacer mella. El calor, los meses de parón pese a la pretemporada también exprés…
Emoción y suspense
A menos de 10 minutos para el final, penalti en contra y gol de Monte. Pilar Mena metía a su equipo en la eliminatoria en la recta final. Al final, iba a tocar sufrir un poco más de lo que se podía prever tras tanto control de partido. Y al minuto siguiente nuevo susto en el cuerpo. Zapatazo de Laura directamente al larguero de la portería de Montse. ¡Todo podía pasar! El desenlace se hizo eterno. Parones, cambios, rampas… Costaba un mundo salir de campo propio, pensar con claridad y alejar el peligro. Pero pese a ello, hubo final feliz. Pitido final y estallido de alegría en la expedición espanyolista. Victoria y ascenso. ¡Chapeau chicas! ¡Felicidades, sois de Reto!
