Letti Sevilla, muy a su pesar, podría ser presentada como una futbolista acostumbrada a pasar por apuros, aunque finalmente siempre ha logrado salir del atolladero. Esta es su sexta temporada en el Espanyol y admite que le hubiera gustado “haber podido disfrutar más y sufrir menos”, aunque admite estar encantada en un club que siente como su “casa. A este club se lo debe todo y lucharé con uñas y dientes para dejarlo donde se merece, que es en Primera”. No es ajena a la situación y admite que lo tienen “complicado”, pero “no imposible”, matiza. Les esperan cinco jornadas a cara de perro con un calendario de órdago, pero eso no le hace cambiar de opinión: “Lo sacaremos. No tengo ninguna duda”.
Una vez más tocará sufrir…
Sí, lamentablemente así es. Esta temporada no tiene nada que ver con la anterior o con otras. Se ha ido claramente a más, pero por varias circunstancias la realidad es que volvemos a estar metidas en esta maldita pelea. Pero somos el Espanyol y el peso y el valor de este escudo nos llevará a la permanencia. Hemos estado en esta situación antes y estoy convencida de que podemos sacarlo.
¿Cómo está el equipo ante el tramo decisivo de la temporada?
Muy metido y teniendo muy claro qué es lo que se juega. Estamos trabajando mucho y también se ha hecho autocrítica, ya que somos conscientes de que en algún momento hemos dejado escapar puntos importantes que debían ser nuestros. Pero pese a todo, nos sentimos fuertes y confiamos. Lo vamos a sacar.
Aunque el calendario no ayuda, ¿no?
Depende de cómo se mire. Está claro que nos tendremos que medir a rivales de mucha entidad, pero nosotras ahora no miramos ni nombres ni escudos. Nos da igual. En la cabeza solo tenemos plantar cara y luchar. Además, en el último partido ante el Levante ya demostramos que podemos competirle a cualquier rival, y eso es lo que haremos. Si hacemos bien las cosas podemos salir de ahí. No tengo ninguna duda.
¿Y cuáles serán las claves para lograr el objetivo?
La confianza que tenemos tanto en el equipo como en el staff técnico. Todos vamos a una y estamos trabajando muy bien. Nos merecemos que lleguen ya los resultados. En empeño no nos va a ganar nadie aunque sabemos que el reto es difícil teniendo en cuenta las jornadas que quedan. Tenemos detectado que es clave llevar la iniciativa y no dejar respirar al rival. Tenemos que dar el 200% y minimizar errores para no encajar fácil.
¿Y por qué no ha llegado antes la reacción?
Eso mismo nos preguntamos nosotras llegados a este punto. No será porque no nos lo hayamos dejado todo en cada entreno y en cada partido, pero quizás hemos tenido una falsa percepción de tranquilidad. Me explico. Desde el primer día el trabajo ha sido bueno y hemos visto como el nivel del equipo también. Y eso puede haber provocado que pese a que no se estaban sacando los resultados esperados, hubiera tranquilidad porque sabíamos que el esfuerzo tendría recompensa. Pero al final, por un motivo u otro, se nos han escapado más puntos de los esperados y nos hemos plantado en el tramo final con necesidades ante una temporada en que descienden cuatro y eso lo complica todo aún más. Con ser superiores en algunos partidos y haber merecido más no vale. Lo que cuentan son los puntos y necesitamos unos cuantos más.
Ya tuvisteis una vida extra.
Cierto, y estamos tratando de aprovecharla. De hecho, creo firmemente que la situación se ha mejorado mucho y no merecemos estar ahí. No estamos igual que siempre, aunque nuestra posición en la tabla así lo pueda mostrar. Estamos plantando cara, jugando mejor, teniendo intensidad, pero por un motivo u otro eso no se ha traducido en la clasificación. El paso al frente que se ha dado a nivel interno todavía no está dando sus frutos.
Entiendo que es frustrante.
¡Mucho! Pero lo peor que podemos hacer es frustrarnos y venirnos abajo. Si en algo hemos cambiado es en la fortaleza mental de todo el equipo. El panorama no es de color de rosa, pero pese a ello, no hay nervios. Sí cierta tensión, que es buena, pero no miedo. Hemos aprendido que tenerlo atenaza y que lo único que ayuda en momentos así es la confianza en el trabajo para que no tiemblen las piezas y la cabeza funcione bien. Aquí nadie se rinde. Esa es la máxima que nos ha inculcado el míster. Hasta el último minuto este equipo no dice la última palabra. Si encajamos seguimos. Aquí nadie baja los brazos. Somos ambiciosas e inconformistas y eso es clave en momentos así.
Ante el Deportivo, partido a vida o muerte…
Totalmente. En Abegondo solo contemplamos ganar. Estamos preparadas, no es momento de dudas e iremos a muerte desde el pitido inicial. Este partido tiene que ser el inicio de la salvación. A partir de ahora solo la excelencia nos ayudará a sacarlo y sumar los tres puntos. Esto va a ser una guerra y estamos listas para luchar. Aquí no se arruga nadie. Tenemos la plena confianza del club y nuestra afición y de ninguna manera podemos ni queremos fallarles. Siempre están ahí y se merecen que correspondamos con triunfos y la permanencia todo lo que nos dan. Lo lograremos, que nadie lo dude. Este club es de Primera.