De estar dispuesta a dejarlo todo y renunciar a su pasión, a regresar a la máxima categoría y volver a brillar. De cambiar el Espanyol a dar un paso atrás y recalar en el Levante Las Planas de Nacional para reencontrarse. Para restar exigencia y volver a poner todo en orden. Ese es un brevísimo resumen de la montaña rusa deportiva de María Llompart. Una joven futbolista que ha sido internacional, que debutó en la máxima categoría con el conjunto perico, pero que tras un periodo complicado de su vida que le llevó a tomar las drásticas decisiones que les comentamos, actualmente vuelve a disfrutar del fútbol. Y lo hace en el Eibar, conjunto que este fin de semana (sábado, 12h) visitará la Dani Jarque para medirse al Femenino A de Rubén Casado. Por lo que vivirá un partido muy especial, o más bien, como dice ella, “raro. Aquí pasé cuatro años de mi vida y evidentemente me marcaron. Me hará ilusión volver a ver gente con la que compartí mucho en la Dani Jarque. Volver a Barcelona, a casa, aunque sea en esta situación y no pueda quedarme o ver a toda mi gente, será bonito”.
Hace dos saliste, coloquialmente hablando, por piernas del Espanyol. ¿Qué pasó?
Fue un cúmulo de cosas. A nivel personal no estaba bien, había tocado fondo y necesitaba un cambio en mi vida. Y a nivel deportivo tampoco estaba a gusto; ir a entrenar era un suplicio. Empecé bien, siendo titular, pero cuando empezó a ir mal, desde el banquillo se apostó por la veteranía, y las jóvenes nos vimos relegados. Y sinceramente, no lo digería nada bien. Ahora lo veo todo con una perspectiva diferente, pero en su día me sentó muy mal, la verdad. Lo respetaba, pero no lo entendía. Y eso fue la gota que acabó de colmar el vaso. Estaba saturada y me llegué a plantear dejar el fútbol. Necesitaba hacer un reset, y en el Levante Las Planas lo logré. El cambio fue radical, pero era lo que necesitaba en ese momento. Y no me arrepiento de nada, todo lo contrario. El tiempo me ha demostrado que acerté. Fue un paso atrás para dar tres hacia adelante.
Salió bien.
Más que eso. Fue perfecto, porque ahora me paro a pensarlo y arriesgué mucho. Siempre he tenido este punto rebelde y he sido de arriesgar. Y por suerte siempre me ha ido todo bastante rodado. Aunque también tengo claro que nadie me ha regalado nada y todo lo que he logrado, como ser internacional, me lo he ganado yo.
¿Guardas un mal recuerdo de tu paso por el Espanyol?
Sí y no. En general tengo buenos recuerdos, allí dejé a grandes personas y al final fueron cuatro años muy intensos de aprendizaje continuo. Este club me dio la oportunidad de debutar en la máxima categoría y siempre le estaré agradecida. De hecho tengo sentimiento perico y, pese a que estoy en otro club y este sábado seremos rivales, me alegro mucho de que hayan empezado tan bien. Celebro sus puntos como si fueran míos, porque sé lo mal que se ha pasado. De hecho les deseo lo mejor, aunque en esta jornada que los puntos sean para el Eibar (risas). A partir de ahí, que lo ganen todo. Sé lo que han sufrido por llegar a estar como ahora y espero que lo puedan mantener. Este club merecía levantar cabeza.
Ya que me hablas del partido, ¿qué tipo de duelo esperas?
Uno muy competido y abierto entre dos equipos que quieren seguir haciendo bien las cosas. Creo que en nuestro caso llegamos en un buen momento y que las podemos sorprender, pese a que soy consciente de que este Espanyol es otro y no va a ser sencillo. Pero en pretemporada ya nos medimos a ellas y creo que si presionamos bien y explotamos nuestro juego vertical, les podemos hacer daño.
Y cuéntame, ¿qué tal en el Eibar?
¡Encantada de la vida! La verdad es que estoy muy contenta, muy cómoda en todos los aspectos. Me falta solo un poquito más de sol por aquí arriba (risas), pero por el resto no me puedo quejar de nada. Todo es positivo. Estoy viviendo de esto, aprendiendo a diario, teniendo mi primera experiencia fuera de casa, el arranque del equipo está siendo muy bueno…. Hago lo que me gusta y lo disfruto, ¿qué más puedo pedir?
¿Te costó decidirte a aceptar este reto?
Mucho, no lo negaré. Era dar un giro total a mi vida, dejarlo todo y empezar prácticamente de cero fuera. Pero el Eibar había insistido mucho por mí, el proyecto me ilusionaba y por eso firmé por dos temporadas. Sabía que esta experiencia me podía hacer mucho bien en todos los aspectos y está siendo. Todo el sufrimiento y los lloros previos a irme han compensado, no me arrepiento de nada. Estoy de nuevo en la máxima categoría y siento que poco a poco vuelvo estar más cerca de mi mejor versión. Tengo muy claro que debo resaltar para que lleguen los premios y las cosas y sé que el Eibar es un buen lugar para ello. Cada vez me siento más cómoda.
¿Y qué esperas de esta temporada?
Que el equipo, pese a ser un recién ascendido haga un buen papel y logremos la salvación sin sufrir. Y en mi caso crecer.
Ánimo chicas!!! Este partido de puede ganar!