Marta Turmo está de vuelta. Ha vuelto a vestirse de corto, a sentirse futbolista y con una ganas inmensas “de ayudar al equipo a lograr el objetivo. De sanar la herida que dejó el descenso y devolver a este equipo donde se merece”. Viene de superar una larga y grave lesión de rodilla que le ha tenido en el dique seco durante siete largos y amargos meses. Pero tras mucho esfuerzo, incontables sesiones de rehabilitación, “nervios e impotencia de no poder estar entrenando y jugando con mis compañeras”, ya está en condiciones de remar, de igual a igual, con el resto del equipo. De poner su granito de arena para que “la frustración de la temporada pasada sea historia y nos instalemos en la alegría e iniciar así un buen proyecto en la máxima categoría. Solo tenemos eso en la cabeza, en ir a más y también, por qué no, ilusionarnos con la Copa de la Reina”.
El objetivo, desde un primer momento ha estado muy claro. Algo que contrasta con la falta de regularidad del equipo.
Cierto. Nos está costando más de lo que imaginábamos, pese a que ya sabíamos que es una categoría muy complicada. Pero el equipo está unido, concienciado de lo que debe hacer, es ambicioso y estoy convencida de que iremos a más y lograremos lo que tanto deseamos.
Pero pasan las jornadas y no acabáis de arrancar…
Cada vez creo que somos más fiables y pese a la última derrota, hemos empezado 2022 más fuertes. Además, tengo claro que tenemos al mejor equipo de la categoría y eso al final acabará marcando las diferencias. Hay mucho talento y a la que volvamos a encontrar el equilibrio, siendo más solidas atrás, en defensa, marcaremos la diferencia. Competimos y eso es lo más importante, nunca desfallecer ni bajar los brazos. Solo eso y el trabajo diario nos llevarán hacia donde queremos.
¿Hay nervios?
Los típicos y necesarios para competir. No de los malos, de los que te paralizar y atenazan, pero sí que es verdad que, a veces, aparecen y hay que saber gestionarlos. Pero creo que tenerlos es positivo, porque demuestran que estamos vivas, que esto nos importa y que queremos pelear. Si algo no hay son dudas. Aquí creemos desde la primera hasta la última.
¿Entiendes que en el entorno los haya llegados a estas alturas del campeonato y siendo cuartas?
Sí, claro que entiendo la preocupación de entorno, la sensación de rabia o miedo incluso, pero solo puedo decir que les necesitamos con nosotras hasta el final. Aquí todo suma y esto si lo logramos será entre todos. Porque a nuestra afición sabemos que le debemos una tras el descenso. Todos tenemos esa herida y solo nosotras podemos lograr que pueda sanar. Hay ganas e ilusión por hacerlo y sé que lo lograremos. Veo cómo entrenamos a diario y es cuestión de tiempo que los fines de semana se acabe reflejando y se haga justicia.
¿Crees que es reconducible? ¿Que hay margen para remontar en la clasificación?
¡Por supuesto! Mientras sea posible de forma matemática, lo lucharemos. Ahora solo pensamos en nosotras, en cómo mejorar para ganar jornada tras jornada y así subir. Tenemos que tratar de ser muy superiores al resto de rivales y en ello estamos. En evitar ser vulnerables e inestables.
Como en el último encuentro ante el Oviedo Moderno. ¿Dolió?
Mucho, obvio. Un mal inicio atrás nos condenó. Pero pese a ese duro golpe nadie ha bajado la cabeza. Tampoco hay miedo, pero es innegable que tras perder así, y en casa, duele. Porque aquí estamos para ganar y para subir, por lo que perder puntos por el camino sabe mal.
¿Estáis encontrando en la Copa un bálsamo, una ilusión?
Claro, es una nueva oportunidad que nos brinda el fútbol para demostrar quiénes somos, que valemos y que podemos, que no hay rival al que le temamos. Con ganas de competir y luchar. Tenemos la ilusión de llegar lejos.
¿Puede pasar factura?
Para nada, al contrario. Es una forma de estar más concentradas y motivadas. Nada resta, solo motiva y te da alicientes para querer ser todavía mejores.
Hablemos ahora de ti. Al fin de vuelta y ya habiendo sido titular. ¿Qué sensaciones estás teniendo?
Muy buenas. Para mí esta lesión fue un reto personal muy importante y creo que lo he superado con nota y he salido muy reforzada en todos los aspectos. Antes de redebutar estaba preocupada por molestias que tenía y de todo, supongo que es lógico que te surjan miedos y de todo, pero estaba muy concentrada y con ganas de aportar. Me sentí muy segura, fuerte y con confianza, y eso es gracias a todo el trabajo que hemos venido haciendo.
¿Qué te pasa por la cabeza cuando vuelves a jugar?
De todo, desde que se te cae el mundo al lesionarte, a las largas sesiones de rehabilitación diarias, toda la gente que me ha acompañado en este difícil camino… En ese momento te acuerdas de todo lo mal que lo has pasado y te das cuenta de que todo vale la pena por volver a estar ahí, haciendo lo que más te gusta. Ya estoy de vuelta y eso es lo que cuenta. Ahora solo me centro en dar el cien por cien en beneficio del equipo para poder tener un final feliz. Nos lo merecemos.