Vuelve la Liga Iberdrola tras el parón y la ilusión por ver si este Espanyol es capaz de superar las prestaciones de los cursos anteriores y no estar luchando por la salvación hasta el final. Pese a que los resultados, por ahora no han sido para enmarcar, pues las de Joan Bacardit han afrontado el tramo más complicado del calendario, hay mimbres para creer. El equipo ha demostrado que compite, que ya sabe a lo que juega, y que tras el toque de atención al perder con el Málaga han cambiado el chip. Sinceramente, pese a que está a solo tres puntos del descenso, hacía mucho tiempo que el femenino no protagonizaba tantos minutos de buen fútbol y le competía a los de arriba mirándole a los ojos y de tú a tú. Y eso ya es un gran paso. Pero ahora toca iniciar un tramo de la competición ante equipos que son de ‘su liga’, y por lo tanto no pueden perdonar. Ha llegado la hora de demostrar que, si como bien dicen desde el vestuario, el equipo ha crecido y ha salido reforzado de su particular ‘Tourmalet’. Este fin de semana toca viajar a Sevilla, pero próximamente recibirán al Madrid, irán a Huelva y las visitará el Albacete. Por lo tanto, ya no hay excusas que valgan, los puntos no se pueden escapar y la reacción en la tabla no se puede demorar. Este equipo debe volar imponiéndose a rivales directos. “Somos muy conscientes de que ha llegado el momento de la verdad y el equipo luchará por responder como es debido”, aseguraba el míster respecto a este calendario inmediato que les aguarda.
El reto de la puntería
Pero para que todo marche, será fundamental que las pupilas de Joan Bacardit se destapen de cara a puerta, algo que hasta ahora ha lastrado bastante las aspiraciones del equipo. De ahí a ser el peor equipo de la competición en este aspecto, pues solo han superado la meta rival en cinco ocasiones en ocho jornadas, por lo que la media es de 0,62 tantos por partido. Una cifra más que insuficiente que ante el Sevilla hay que empezar a aumentar. Es verdad que excepto ante el Levante las blanquiazules han venido marcando un tanto en los últimos cuatro partidos, pero todavía hay que hacerlo más si quieren tener posibilidades de competir por los puntos. En este sentido, el míster asegura que “estamos en el camino. Cada vez estamos pisando más área rival, centrando más balones y en general generando más ocasiones de peligro. Está claro que todavía debemos mejorar mucho en este aspecto, pero confío en que los balones empezarán a entrar”. Pese a ello reconoció que “vivimos de resultados y por lo tanto es obvio que hay que espabilar en este aspecto”.
Nunca hay partido fácil, pero este ante las hispalenses es asequible y fallar está prohibido, de lo contrario las alarmas sí que podrían empezar a encenderse, pues el crédito que tenían, por eso de lo complicado del arranque, ya ha expirado. Lo positivo es que el Sevilla, que tiene un punto menos que las blanquiazules y todavía no se ha medido al grueso de equipos de arriba, es un rival propicio en su feudo. Y es que en los cuatro desplazamientos que ha hecho el Espanyol al campo sevillista, siempre se ha ido con algo. Concretamente ha logrado tres triunfos, el último de ellos la pasada temporada por 1-3, y un empate. Por lo tanto, parece que al cuadro espanyolista se le da bien jugar allí.
Por lo que respecta a las claves del partido, Joan tiene muy claro que será vital “salir agresivas y estar muy sólidas en defensa, así como que arriba todas tengan la portería entre ceja y ceja”.
Finalmente, en el apartado de efectivos, Joan Bacardit, lamentablemente, seguirá sin poder contar con Berta Pujadas, que esta semana completó un entrenamiento pero acabó con molestias y por lo tanto no forzarán. Tampoco estará Ainhoa Marín, que se encuentra disputando el Mundial sub-17, y Dulce es duda.