Tyrhys Dolan salió del RCDE Stadium con la sensación de que el empate del Espanyol frente al Valencia podía haber sido más, pero también con el orgullo de ver cómo el equipo nunca bajó los brazos. “Cada punto cuenta en esta Liga, no hemos podido conseguir los tres que queríamos pero bueno, aceptamos un punto al final”, resumió el inglés, dejando claro que el vestuario no da nada por perdido.
El mensaje de Manolo caló en el vestuario
El atacante destacó que la remontada in extremis no fue casualidad, sino fruto de la mentalidad que inculca Manolo González día tras día: “Es lo que el míster nos transmite cada día, que no podemos rendirnos. Y hoy se ha visto en el campo, hemos dado el 110%, y en aquel momento final, algunos probablemente pensaban que el partido estaba acabado, pero nosotros tenemos aquella fe en que podemos ganar el encuentro”.
El cariño de la grada
Dolan también habló de la conexión con la afición, que lo despidió coreando su nombre cuando fue sustituido. El gesto no pasó desapercibido para él: “Un millón por ciento, creo que se vio la reacción cuando salí del campo, los aficionados gritaban mi nombre, y para mí eso es tan especial, muy especial, sólo puedo devolvérselo dando el 110% en el campo”.
Un jugador cada vez más importante
El inglés está ganándose un hueco en el corazón de Cornellà con su esfuerzo, desparpajo y compromiso. Frente al Valencia volvió a dejar claro que su energía contagia al equipo y que tiene mucho que aportar en esta temporada en la que el Espanyol necesita a todos remando juntos.