Desde que Edu Expósito volvió al once titular tras su lesión, el Espanyol ha mejorado. Y mucho. Ha sido como ajustar una pieza que no terminaba de encajar y, de repente, todo empieza a fluir con más sentido. Con él sobre el césped, el equipo ha ganado pausa, criterio y control en el centro del campo. Y eso se está notando no solo en el juego, sino también en los resultados.

Pero además, el propio Edu ha dado señales de vida en el apartado estadístico, algo que se le venía resistiendo desde hace tiempo. En sus últimas cinco apariciones en LaLiga, el centrocampista ha repartido dos asistencias: una ante el Rayo Vallecano y otra frente al Valencia. Lo llamativo del dato es que esas dos asistencias igualan las que había dado en sus anteriores 40 partidos en Primera división. Cuarenta. Una barbaridad.

Aquellos dos últimos pases de gol habían llegado en octubre de 2022: primero el día 9 en un empate 2-2 frente al Cádiz, y luego el día 23 en otro 2-2 ante el Elche. Desde entonces, nada. Solo un gol en todo ese tiempo, que también data de noviembre de 2022, ante la Real Sociedad (derrota 2-1). Es decir, lleva casi un año y medio sin ver portería en la máxima categoría -el pasado curso en Segunda si anotó una diana y repartió 4 asistencias)-. Y aún así, es el centrocampista que más cerca ha estado del gol en toda esta temporada para el Espanyol: algún disparo al palo, otros que han salido rozando… pero el premio sigue sin llegar.
No es fácil destacar en el sistema actual del Espanyol. El equipo apuesta por ataques veloces, mucho vértigo y una idea muy marcada: transitar rápido, pero sin perder el control. Jugar con un punto de pausa que permite a Puado o Roberto ser los que acaban casi siempre las jugadas. Los centrocampistas, en ese contexto, lo tienen más complicado para sumar cifras anotadoras.

Aun así, Edu ha sabido adaptarse. No solo está más fino con el balón, también se le nota con más confianza, más presencia y más impacto. Y lo que es más importante: su vuelta ha coincidido con un Espanyol mucho más reconocible, más compacto y más capaz. Que no marque no significa que no esté aportando. Al contrario. Está siendo clave en la mejoría del equipo.
Ahora solo falta que llegue el gol. Porque si Expósito sigue creciendo como hasta ahora, y además rompe esa sequía que ya dura desde noviembre de 2022, el Espanyol habrá recuperado algo más que a un jugador: habrá recuperado a un centrocampista con llegada, visión y talento. Justo lo que necesitaba este equipo esta temporada.
