El pasado 10 de agosto Vicente Moreno cogió las riendas del primer equipo del Espanyol. En realidad el anuncio oficial de su llegada, en el que se trabajaba desde hacía semanas, tuvo lugar una semana antes, pero ha sido hace un par de días cuando se cumplían justo los 100 de ese comienzo de trabajo sobre el terreno. Desde entonces, los resultados han acompañado al de Massanassa, que tiene líder al conjunto perico con 27 puntos en 12 jornadas y una proyección que se acerca a los 100 a final de curso, fruto del trabajo que ha hecho en el terreno tanto deportivo como mental para rescatar una plantilla que había quedado hundida tras un curso que acabó laminando a los jugadores. El preparador llegó con una idea clara y en este sentido permanece inmutable, la de que el único objetivo es el de devolver el equipo a la Primera división, sacrificando si ello lo exige preciosismos y no dudando en apostar por protegerse si considera que así lo exigen el plan de partido. Ello ha hecho que a pesar de los elogios mayoritarios y merecidos también hayan aparecido algunas voces que censuren que con una plantilla de Primera y muy superior hombre por hombre al resto de rivales -los contundentes números conocidos este martes por lo que respecta a las diferencias en el máximo de gasto permitido a los equipos así lo confirman- a veces se acabe padeciendo más de la cuenta y que la especulación acaba costando en ocasiones unos puntos que quien sabe si a la larga se acabarán echando de menos. En todo caso, el técnico y los suyos siguen a la búsqueda de esta excelencia que ha de conducir al Espanyol de retorno a la máxima categoría, algo que en cualquier caso ni los más exigentes ponen en petit comité ahora mismo en duda.
En entrevista que el preparador concede a La Vanguardia, admite que la situación actual supera las expectativas que tenía cuando aterrizó en el Espanyol: “Cuando empiezas, las ilusiones son máximas, pero es verdad que está yendo todo bien. A veces pienso hasta que demasiado bien. ¿Si éste es el Espanyol que quiero? Busco que el equipo pueda adaptarse a las situaciones que vayan surgiendo en cada partido. Está claro que también busco una línea constante y tener superioridad, sobre todo por estar en un club como el Espanyol”.
Evidentemente, además de trabajar en lo puramente deportivo Moreno ha tenido que recuperar a los jugadores en el terreno anímico: “Cuando un equipo viene de una dinámica tan traumática como un descenso, es normal, había negativismo y a nivel psicológico era una situación difícil. Hay que intentar que la cabeza del jugador arranque desde este momento hacia delante y que no mire hacia atrás. Hemos intentado que el jugador se centre en el presente y sobre todo que tenga un buen presente, porque eso es lo que nos permitirá tener un buen futuro. A partir de ahí, que disfrute de entrenar, de competir, de mejorar. Que vea ese camino en el que cada día vamos siendo mejores y vamos teniendo premio. Para eso tiene que haber materia prima y predisposición”.
La buena marcha del equipo hace que también las heridas producidas el pasado curso entre el aficionado vayan cicatrizando: “Yo no estaba aquí pero después de una situación muy complicada percibes el negativismo en todas partes. No puedo testar el sentimiento de la gente, pero noto que quiere estar con su equipo. Y tengo claro que necesitamos a esta afición. Es una afición que empuja, que ayuda. Lo echamos en falta en un año tan importante”.
Estos días, al conocerse el límite salarial del Espanyol -cabe matizar que el gasto real en salarios de futbolistas del primer equipo apenas ocupa algo más de la mitad de la cantidad asignada por LaLiga, ese máximo de 45,34 millones, ya que la parte restante va a amortizaciones, gastos de adquisición y de la Base- sobre si realmente este dinero está bien invertido o hay carencias; Moreno destaca que “el club ha hecho un esfuerzo terrible para tener esta plantilla. Y tenemos a chicos fantásticos que tienen una gran ilusión por revertir la situación y reivindicarse… Tener confianza en ellos es fácil porque son realmente muy buenos. Cuando vienes de una dinámica negativa todos parecemos peores de lo que somos, pero son todos de mucho nivel”.
Recordando el pasado verano en que protagonizó una llegada no exenta de polémica ya que tenía contrato en vigor con el Mallorca, justifica su elección por el proyecto perico: “Es un equipo con mucho recorrido más allá del momento deportivo inmediato. Todos tenemos claro dónde tiene que estar, pero hay cimientos para que el club sea muy importante. Por eso tomo la decisión de estar aquí. ¿Si me ayudó la confianza que mostró Rufete durante las negociaciones? Solo con el interés que demostraron ya hay una confianza importante. El club tuvo que mantenerse ahí con contundencia para apostar por mí y esperar”. “Mi marcha del Mallorca… Es mejor pasar página. Fue una situación difícil. Se dijeron muchas cosas que no eran verdad. Intenté hacerlo todo de la forma más honrada posible. Para mí fue una situación dolorosa”, insiste. Ahora, su relación con los dirigentes del Espanyol es fluida, como queda demostrado por su manera de referirse a Chen: “He podido hablar con él. Es una persona muy cercana que está muy en el día a día, que pregunta, que comenta. Le gusta escucharte. He podido hablar con él unas tres o cuatro veces”.
El dia de su presentación, Vicente Moreno ya hablaba de sus exigencias hacia los responsables deportivos cara a tener una plantilla competitiva: “Seguro que Rufete lo hará bien y yo le exigiré mucho para que sea así”
Pese a esta confianza que hay en el club en él, lo cierto es que tiene la responsabilidad de devolver al equipo a Primera sin mayor dilación, y no se entendería un fracaso en este sentido: “¿Presión? Ganando es todo más fácil. Hasta ahora ha ido bien, pero el fútbol es muy cambiante. Todo lo que no sean resultados… la gente se pondrá nerviosa. Por eso hay que mantenerse tranquilos, darle naturalidad a la situación”. En cualquier caso, preguntado por qué firmaría el 30 de junio, destaca: “Que todos los aficionados y las personas que me ayudaron a unirme al proyecto sean felices. Ver su cara de felicidad. Si al final de temporada veo eso, yo seré también feliz”.
bien mister a seguir sumando i a primera de cabeza
Buenos cimientos y un buen entrenador
En las ruedas de prensa no da mucho juego, porque no es un cantamañanas. Es, simplemente, un profesional serio y responsable. Para entrenadores/espectáculo ya están otros. Pero lo que nosotros necesitamos ahora es a alguien como él. Y a la vista está la clasificación.