Ya no es una casualidad ni una racha. Lo del Espanyol en este inicio de temporada es, directamente, una barbaridad. Diez jornadas después del arranque de Liga, el equipo perico se acuesta en zona Champions. Cuarto, con 18 puntos, y a la espera de lo que pase esta noche entre Betis y Atlético, que solo podrán superarle si hay un ganador. Si empatan, los blanquiazules seguirán una semana más en el podio de los sueños. Y aunque aún falte mucho, pase lo que pase en La Cartuja, nadie les saca ya de Europa.

El equipo crece… y ya mejora registros históricos
El Espanyol de Manolo González ha conseguido 18 puntos en 10 partidos. No solo es un dato brutal comparado con los 16 que se sumaron en toda la primera vuelta del curso pasado, sino que es el mejor inicio del presente siglo y el tercer mejor arranque liguero de la historia blanquiazul. Solo en dos temporadas -la 1995-96 con 21 puntos, y la 1997-98 con 19- se firmaron números mejores a estas alturas. En ambas se jugó en Europa. Así que, aunque el técnico insista en que el objetivo sigue siendo llegar “a los 42 puntos lo más pronto posible”, la realidad es que hay motivos de sobra para mirar hacia arriba.

Manolo mantiene los pies en el suelo: “No debemos creernos lo que no somos”
Tras la victoria ante el Elche en el RCDE Stadium (1-0), en un partido cargado de simbolismo por coincidir con el 125 aniversario del club, Manolo González se mostró satisfecho, pero prudente: “No debemos creernos lo que no somos; los futbolistas lo saben, son conscientes de quién somos y de cómo nos cuesta conseguir las cosas”. Palabras con sentido, sobre todo tras unos años en los que el club ha tocado fondo más de una vez. Aun así, cuesta no ilusionarse.

Defensa sólida, ataque eficaz y mentalidad ganadora
Los últimos triunfos ante el Oviedo (0-2) y el Elche (1-0) han llegado acompañados de un dato que no es menor: dos porterías a cero consecutivas -y tres en los últimos cuatro encuentros- En total, el Espanyol ha dejado su arco imbatido en cuatro de los diez partidos disputados. Un paso adelante evidente en solidez defensiva que ha ido de la mano con una mejora en la gestión de partidos y en la capacidad para sufrir. Marko Dmitrovic lo tiene claro: “Es muy bonito ver la clasificación y la cantidad de puntos que tenemos, pero sabemos de la importancia de no despistarse”.

Dmitrovic, Romero y el vestuario, con la cabeza fría
Junto al portero serbio, también habló Carlos Romero, que se estrenó como goleador frente al Elche: “Para nosotros ojalá se pueda dar, pero creo que sería un error fijarse en eso ahora mismo, hay que seguir ganando. A todo jugador le gusta ganar, ahora vamos a por el Alavés, a seguir ganando”. Todo el vestuario repite ese mantra de “partido a partido”, pero mientras tanto, la clasificación sonríe. Y mucho.

El club, al alza también en lo institucional y social
El buen momento no se limita al césped. Desde la llegada de Alan Pace y Velocity la sensación es que el Espanyol ha recuperado rumbo, autoestima y discurso. La nueva propiedad ha devuelto la ilusión en los despachos, y la afición ha respondido. Se respira otro aire. Lo institucional avanza con paso firme, y en lo social se percibe una conexión renovada entre club y pericos. Las celebraciones por el 125 aniversario han sido un reflejo de ello.

Catalunya también habla en blanquiazul
Y si de mirar hacia los vecinos se trata, el dato es claro: el Espanyol tiene solo cuatro puntos menos que el Barça superado ya el primer cuarto de temporada. Y once más que el Girona, aquel equipo que, según algunos indocumentados, le iba a disputar el segundo escalón del podio catalán. A día de hoy, ese lugar tiene nombre, apellidos y escudo: RCD Espanyol de Barcelona.
