Este fin de semana, el Espanyol y el Deportivo Alavés se enfrentarán en un duelo que no solo pone en juego tres puntos importantes, sino que también reaviva una rivalidad que se gestó en los terrenos de juego de Segunda división. Al frente del conjunto vitoriano está Luis García Plaza, un viejo conocido para el Espanyol, cuya enemistad con el club blanquiazul, y especialmente con su ex entrenador Vicente Moreno, ha marcado algunos de los episodios más tensos del reciente pasado perico.
Luis García Plaza y el Espanyol, un duelo forjado en la lucha por el ascenso
La chispa entre Luis García Plaza y el Espanyol se encendió durante la temporada 2020-21, cuando ambos equipos luchaban por regresar a Primera división. El Espanyol, dirigido por Vicente Moreno, y el Mallorca, con García Plaza en el banquillo, protagonizaron una batalla de alto voltaje por los puestos de ascenso directo. El primer enfrentamiento entre ellos, un empate sin goles en el RCDE Stadium en la segunda jornada, fue el preludio de lo que sería una competencia feroz durante toda la campaña.
El segundo duelo, en la segunda vuelta, fue decisivo. Un gol en los últimos minutos de Nany Dimata dio la victoria al Espanyol (1-2) y les permitió enderezar el rumbo en un momento complicado. Sin embargo, el resultado dejó a Luis García Plaza visiblemente molesto, afirmando que su equipo había sido “infinitamente mejor” que el Espanyol, lo que encendió la mecha de la rivalidad personal entre los técnicos.
Personalidades opuestas y enfrentamientos mediáticos
Lo que comenzó como una pugna deportiva pronto se trasladó a la esfera pública. Luis García Plaza y Vicente Moreno no solo competían en los banquillos, sino también en las conferencias de prensa, donde sus personalidades contrastantes alimentaban la tensión. Mientras que García Plaza, conocido por su carácter más impulsivo y directo, no dudaba en lanzar declaraciones tajantes, Moreno, de talante más contenido, prefería mantener una postura más medida, aunque no siempre podía evitar responder ante los micrófonos.
El punto álgido de esta rivalidad llegó en un partido de Copa del Rey, cuando el Mallorca eliminó al Espanyol con una victoria por 2-1. En la previa de aquel encuentro, Luis García Plaza avivó las tensiones al afirmar que su relación con Vicente Moreno “dependía de él”, ya que fue Moreno quien “no me dio la mano” en su último enfrentamiento. La respuesta de Moreno no se hizo esperar: “Puedes decir la verdad o medias verdades. Ya lo que se quiera decir, o son mentiras o mala intención…”, replicó, visiblemente incómodo ante esas acusaciones.
Un reencuentro marcado por el recuerdo
Aunque Vicente Moreno ya no está al frente del Espanyol, la llegada de Luis García Plaza al Alavés revive inevitablemente aquella rivalidad. La lucha por el ascenso, las batallas en Segunda división y los cruces de declaraciones entre los dos entrenadores dejaron una huella que persiste en la memoria colectiva del Espanyol. Además, la pugna dialéctica que protagonizó con Moreno sigue siendo un tema latente cada vez que García Plaza se enfrenta al club perico.
Este fin de semana, el Espanyol no solo se enfrentará al Alavés en busca de tres puntos vitales para afianzarse en la zona alta de la tabla, sino que también intentará mantener el buen momento que comenzó con su victoria sobre el Rayo Vallecano antes del parón. Luis García Plaza, por su parte, tendrá en mente la posibilidad de amargar nuevamente a los blanquiazules, como ya lo hizo en su etapa al frente del Mallorca.
El futuro inmediato
Para Manolo González, actual técnico del Espanyol, la historia de tensiones pasadas no influirá directamente, pero el partido contra el Alavés será una prueba de fuego para un conjunto el blanquiazul que sigue en proceso de afianzamiento en la categoría. No obstante, para los aficionados pericos, este reencuentro con Luis García Plaza tiene un componente emocional adicional, recordando las batallas recientes por el ascenso y la intensa rivalidad con Vicente Moreno. Aunque el de Massanassa ya no esté en el banquillo, el recuerdo de esos duelos y la figura de García Plaza siguen muy presentes. El encuentro ante el Alavés será, sin duda, un nuevo capítulo en esta historia de tensiones entre el técnico y el Espanyol, una rivalidad que, a pesar de los cambios de protagonistas, sigue latente.
