Uno de los items más destacados de la comparecencia del CEO del RCD Espanyol Mao Ye la pasada semana fue confirmar la ampliación de capital que se pondrá en marcha y que dará una cierta estabilidad financiera a la entidad. Hace unos años, Rastar Group, la empresa que adquirió el Espanyol, parecía estar en una posición sólida para llevar al club a Europa; sin embargo, las circunstancias han cambiado y sin que pueda llegar a afirmarse que la situación sea dramática, tampoco se puede decir que sea buena. Como detalla hoy con cifras y argumentos ‘As’, los dos descensos en tan solo cuatro años y la incierta hoja de ruta de Rastar han llevado a la amenaza de disolución. Según la Ley de Sociedades de Capital, una empresa puede disolverse si sus pérdidas reducen el patrimonio neto a menos de la mitad del capital social, a menos que se realice una ampliación o reducción de capital suficiente, y siempre que no sea necesario solicitar la declaración de concurso. En el caso del Espanyol, esto es relevante después de cerrar el ejercicio económico 2023-24, a fecha del 30 de junio. La disolución implica suspender la actividad de la sociedad y llevar a cabo un proceso que concluye con la liquidación final. El capital social del Espanyol ascendía a 165 millones de euros después de la última de las tres ampliaciones de capital lideradas por Rastar en 2021 (por un valor de 37,8 millones). Sin embargo, el patrimonio neto del club ha disminuido desde entonces. A 30 de junio de 2022, se situaba en 106,7 millones, y hace un año, la última cifra oficial disponible, era de 84,4 millones. Esto se debe a los resultados negativos acumulados en ejercicios anteriores, que alcanzaron los 57,1 millones negativos a 30 de junio de 2023. Además, se prevén pérdidas adicionales de 8,8 millones en la última temporada, a pesar de las ventas de futbolistas por casi 40 millones. Esto situará el patrimonio neto actual en 75,6 millones, que es menos de la mitad del capital social de 165 millones. Por lo tanto, según la Ley de Sociedades de Capital, el Espanyol debe actuar con urgencia para evitar la disolución. La solución más común es una nueva ampliación de capital para que el patrimonio neto supere el 50% del capital social. En lugar de invertir directamente, Rastar capitalizará parte de la deuda que el Espanyol tiene con ellos a través de créditos, como ya se hizo en ampliaciones anteriores. Una pregunta que surge es si la ampliación de capital podría permitir un ligero aumento en el límite salarial de la plantilla; sin embargo, la respuesta es que el club no será más rico, especialmente si pretende ser autosuficiente sin inversión adicional de Rastar en la compra y venta de jugadores
