Como es sabido, el Espanyol debía haber acometido una ampliación de capital en la pasada Junta Ordinaria de Accionistas, pero finalmente, la misma no se efectuó en los términos acordados y la entidad, por medio de su consejero delegado Mao Ye, explicó que la idea era trasladarla a finales de la presente temporada. La razón, según la misma fuente, fue que de esa manera podría calcularse de manera más fidedigna la desviación respecto a las pérdidas ya presupuestadas en el ejercicio, para acotar mejor la cuantía de la ampliación. De todas maneras, no faltaron voces que presumieron que dilatar la misma obedecía a las intenciones de Rastar para cerrar un acuerdo de venta del club, ahorrándose efectuar dicha ampliación, que ya hubiese sido cosa de los nuevos propietarios.
Ahora, según fuentes consultadas por La Grada Online, se reitera la voluntad de efectuar la ampliación antes de 30 de junio. Hay que recordar que la ampliación es un requerimiento expreso de La Liga para que el club no caiga en causa de disolución, pese a que esta amenaza se había driblado temporalmente hasta el momento gracias a los préstamos participativos de Rastar Group. Préstamos que se absorberán como capital social cuando se realice la ampliación. Al menos en parte.
Y es que la cuantía final de la ampliación está todavía por decidirse. Esta decisión se tomará en un mes desde China, una vez desde las oficinas de Rastar se hayan definido los presupuestos para el siguiente ejercicio de todo el conglomerado empresarial chino. De todas maneras, tal como este medio ha podido constatar, la intención es que la ampliación sea de unos 40 millones de euros. Esta importante cantidad, superior a la última ampliación realizada, no llegará a cubrir toda la deuda, que ya supera levemente los 50 millones de euros, si bien la práctica totalidad, excepto algunas amortizaciones pendientes, es deuda que el club mantiene con su matriz, Rastar Group.
Además, con la mencionada ampliación, aparte de esquivar la causa de disolución, el club espera de paso que el límite salarial se sitúe en la regla 1:1 y deje de estar excedido según los criterios contables del límite de gasto de La Liga. Esto sería posible además porque la masa salarial del primer equipo descendería considerablemente al perder muchos efectivos entre los cedidos que volverán a sus equipos y los jugadores que terminan contrato. En este escenario, una venta como la de Joan García significaría contar con recursos para rearmar a la plantilla, puesto que se podría utilizar el 100% de la plusvalía obtenida en el traspaso, que es toda al tratarse de un jugador de la cantera.
No es necesario para ello que esta venta se produzca antes del 30 de junio, ya que La Liga permite que se apliquen al límite ventas posteriores a esta fecha, a pesar de que pertenezcan ya a un nuevo ejercicio contable. Recordemos, eso sí, que el Espanyol tiene presupuestados 15 millones en ventas en los presupuestos de la temporada 24-25, pero estas ventas, imprescindibles para cuadrar números y no seguir acumulando ejercicios en negativo, no pueden sustituir la obligación de efectuar la ampliación de capital.




