En el margen de apenas tres días se han dado dos hechos que demuestran hasta que punto la afición del RCD Espanyol siente y vive sus colores, los blanquiazules, en las circunstancias más adversas; algo que habla mucho y bien de la implicación de la misma, lo que merece un encendido elogio, y que al mismo tiempo debería hacer reflexionar a los dirigentes del club e incluso al vestuario, que en los últimos tiempos están ofreciendo muy poco a cambio de tanta fidelidad.
La afición del Espanyol no falla pese al descenso del equipo
El domingo, con ocasión del Espanyol – FC Andorra celebrado en el Stage Front Stadium, se vivió la mejor entrada de lo que llevamos de temporada, 24.644 espectadores, una cifra muy destacada para ver el duelo ante el entonces colista de la categoría. Esa cifra convirtió al estadio del Espanyol en el segundo con más afluencia del fútbol español ese domingo, y el sexto atendiendo al global de la jornada en todas las categorías.
Riazor se coloca en el #top5 de estadios con mayor afluencia de espectadores esta última jornada.
El Rico Pérez, en 4ª categoría, se coloca en el #top11. Muchas ganas de vivir algo bueno tienen en el @cfhercules pic.twitter.com/Ogun0VKY1e
— GRADA B pro (@GradaBpro) April 23, 2024
Las afluencias al estadio espanyolista no se están resintiendo por el descenso: la media de asistencia de este curso está en 19.693 asistentes, la tercera mejor de la última década superada únicamente por los 21.581 de la 2022-23 y por los 20.383 de la 2016-17. A todo ello hay que unir que en cada desplazamiento los socios pericos agotan el cupo de entradas ofrecido por los clubes locales, lo que se traduce en una masiva presencia de seguidores blanquiazules en las gradas rivales.

Barcelona vive un Sant Jordi teñido de blanquiazul

La segunda demostración de espanyolismo protagonizada por la afición tenía lugar este martes, coincidiendo con la Diada de Sant Jordi. En la celebración del día del libro y la rosa, y contrariamente a lo que se podría suponer por la compleja situación institucional y deportiva y tras la decepción que supuso el empate ante el Andorra, el estand del club en Rambla Catalunya fue uno de los grandes centros de atención en Barcelona ya que fue uno de los más concurridos durante toda la jornada. La presencia del entrenador Manolo González y los jugadores del primer equipo Sergi Gómez, Joan García y Keita Baldé, y también de las jugadoras del femenino Lice Chamorro, Júlia Guerra, Carol Marín, Lucía Vallejo, Aina Durán, Ángeles y María Barquero, fueron celebradas por los seguidores blanquiazules; los seguidores que hicieron acto de presencia en el estand, en los que hubiera sido incluso comprensible una actitud distante y más fría dada la situación, no dudaron en reclamar fotos, autógrafos y recuerdos, aprovechando para enviar sus mejores deseos a los representantes de los equipos bandera del club en un Sant Jordi bañado en blanquiazul. En una jornada memorable y que insistimos, habría de invitar a la reflexión dentro de la entidad, quedó demostrado que los seguidores mantienen viva la pasión blanquiazul a pesar de todos los factores que podrían inducir al desánimo e incluso la desafección.
